Andamos últimamente con que para algunos la consulta no busca cambiar el marco jurídico, con que para otros persigue el triunfo de las tesis soberanistas y con que para los de más allá ZP no tiene miedo a las preguntas sino a la respuesta que den los ciudadanos de la CAV. Y he echado mano del ya olvidado Nuevo Estatuto Político, aquel que en su artículo 13 habla del ejercicio democrático del derecho a decidir, y uno más tarde del régimen de relaciones con el Estado: “se sujeta al establecimiento de un régimen de garantías jurídicas basado en los principios de lealtad institucional recíproca, cooperación y equilibrio entre poderes”. Y me pregunto yo si eso casa con lo afirmado por Urkullu el día de San Ignacio: “Necesitamos ser menos dependientes de España”. Dependencia es antónimo de bilateralidad, es un primus inter pares. Nuestro objetivo debe ser meridiano: abrir la vía para la nula dependencia de España y de Francia. Sólo después llegaremos -si se dan las circunstancias idóneas- a acuerdos bilaterales con ellos.
Arabatik 