Conocida la sentencia absolutoria del llamado “Caso Egunkaria”, caso que sólo existió en los delirios del nacionalhispanismo más abyecto representado por quienes se autoproclaman “organizaciones en defensa de las víctimas” y alimentado por un Juez Instructor, Juan del Olmo, a quien en la misma sentencia de la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional se le acusa de nada menos que resucitar artículos declarados inconstitucionales de la no menos famosa Ley Corcuera para decretar la muerte de facto de un medio de comunicación, desvergonzada y onanísticamente voceado hasta el paroxismo por los corifeos del españismounograndeylibre: Luis Herrero, Curri Valenzuela, Román Cendoya, Martin Ferrand, Jose Maria Calleja, Manuel Antonio Rico, Federico Jimenez Losantos, Isabel San Sebastián, Isabel Durán, Edurne Uriarte, Fernando Onega, Fernando Savater, Paco Llera, Iñaki Ezkerra y demás protozoos de su calaña, es necesario recordarles que este caso ha dejado por el camino víctimas directas cuya honorabilidad ha sido pisoteada.
Es el caso de Martín Ugalde, cofundador en 1990 de Euskaldunon Egunkaria y Presidente de su Consejo de Administración, cuyas cuentas fueron bloqueadas al mismo tiempo que se inició la operación contra el periódico y que no fueron desbloqueadas hasta 11 días después de su muerte.
No es mi intención hacer una glosa de la extensa vida de Ugalde. Quien lo desee lo puede encontrar en estas páginas o en estas. Un exponente de la cultura y el nacionalismo vasco tratado como un terrorista en el ocaso de su vida mediante una acusación falsa construida a golpe de prejuicio racista y odio antivasco y financiada mediante fondos públicos derramados generosamente en forma de subvenciones a organizaciones ultraderechistas consideradas útiles para los fines políticos del partido único que gobierna en el infraebro –y ahora también ejerce de virrey en vascongadas-, el PPSOE, como la montada contra Gorka Agirre, otro ejemplo de lo bien que funciona la justicia garantista española, ¿verdad señor Pastor? El mismo presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer, asegura hoy que estos periodistas –y los trabajadores y lectores, Carlos, no lo olvides- “son víctimas de la justicia y que se asiste de forma impasible a verdaderos linchamientos sociales”.
Siete años, cinco encausados que han sufrido prisión y torturas –no es que lo diga yo, es que lo dice el Magistrado ponente de la sentencia- por unos hechos que no existieron jamás. Dos muertos: Martin Ugalde y Joxemi Zumalabe vilipendiados por monigotes como Antonio Basagoiti con motivo de la concesión al primero del Premio Vasco Universal y los mismos que les condenaron en el hediondo altar de la españolidad a toda costa, unos callan como Pachi, que está “paseando por Ullibarri Gamboa”, El País, que ahora lo considera “una buena noticia” y otros siguen ladrando, como el presidente de la asociación “Dignidad y Justicia” (¿?) o Leopoldo Barreda, que achacan el fiasco de la sentencia nada menos que a la “postura errática del ministerio fiscal” debido a “la negociación con ETA”.
Ah, pero es que no hay que hacer “lecturas torticeras de la sentencia”, claro que no. No hay que inferir de la literalidad de la misma –demoledora para las acusaciones populares y el Juez de Instrucción- que no había ninguna base ab initio y que todo ha sido un montaje. Es mejor proclamar que se ha perdido el juicio por la traición del Ministerio Fiscal y que ahora la probable indemnización va a servir para financiar a ETA. ¿Qué poder tienen estos putrefactos como para poder decir estas cosas impunemente?
Basura. España no es más que un gran montón de basura.
Y yo tengo una condena por apalear a una mujer que no existe.No deliran,qué va,saben perfectamente lo que hacen.Lo que pasa es que son tontitos y se creen que cuela.
Los mismos pelamangos que se dicen «socialistas» (!) y que hoy se manifestaban (en flagrante – ¿o será fragante? -) ejercicio de injerencia contra la honesta y ordenada labor jurisdiccional de acoso y derribo de un tal Garzón (que hay quien dice que es juez, y todo) no pusieron ni el más mínimo reparo cuando esas mismas artimañas se utilizaban por la misma serie de alimañas en contra… de una cuadrilla de vascos.
Uno de ellos, de los socialistas (?) esos de la gauche divine, ha tenido incluso el descaro de calificar a los denunciantes (contra Garzón, of course) de «asociaciones fascistas y antidemocráticas que no estarían permitidas en ningún otro país de Europa».
Pero bien que os habéis valido y prevalido del terrorismo mediático, político y judicial de esos fascistas y antidemócratas cuando los acusados eran Ibarretxe, Agirre, Ugalde, Zumalabe, Otamendi…
Para todos ellos, izquierdas y derechas hispanas, juez (o lo que sea) incluído, mi más total, absoluto y rotundo desprecio. Ojalá nos veamos pronto libres del Estado, de la «democracia» y de la «justicia» que engendra y alimenta a toda esa ralea.
Impresionantes posts, Lorth y EusKtulu…yo soy incapaz de escribir algo tan bueno…
Copio y pego…
¡España huele a culo!
(…) Señoras y señores, España huele a culo
España huele a mierda, a tordo, a gran zurullo
España huele mal,
España huele a Rosa y a Bisbal,
a Norma Duval, a Conferencia Episcopal,
quien gobierne da igual,
con la derecha Gescartera y con la izquierda el G.A.L.,
cadáveres con cal,
olor fecal cuál mierda en un fanal. (…)
—Fat Fish
Por cierto, Martin Ugalde fue Vicelehendakari del Gobierno Vasco en el exilio. Tan respetable como Buesa. Y sus derechos fundamentales, atropellados tambien, en este caso por el estado español, tanto el franquista como el constitucional.
Efectivamente, españa es eso, ni más ni menos: una cloaca democrática, un país de chiste que si no fuera por los atropellos que comete provocaría risa. Empezando por esas supuestas izquierdas pesebreras, cutres y rendidas, y acabando en una derecha puramente fascista disfrazada de nosequé. España es un gran error, un estercolero con forma de ladrillo y apartamento en Torrevieja.
Hay que dejar ese chiringuito por una pura cuestión práctica. Lo que no entiendo es porqué no se explota más ese filón que nos dan, porqué se es tan políticamente correcto. Y me refiero a todos, no solo al PNV.
No he necesitado, ni yo ni ninguno de vosotros, ver la sentencia del caso Egunkaria para llegar a la conclusion del tipo de estado que es España. Lo sabemos desde hace decadas.
El problema es que no somos capaces de articular los medios de poner coto al fascismo, en su via judicial, en su via policial, en su via mediatica.
Me voy a pasear por Ullibarri Gamboa, como hacen los grandes lideres ….