Los sacerdotes de Themis y las víctimas de Dicea

Probablemente si preguntas a alguien por la titán Themis, no sabrá de qué le estás hablando, pero si le describes a una señora con los ojos vendados que sostiene en su mano una balanza, en seguida responderá: “Ahhhhh… la Justicia”.

Hasta tal punto se ha popularizado la imagen de Lady Justice, como la llaman los yankees (no se puede pedir mucha cultura clásica a un gringo, salvo que se trate de Gore Vidal), mediante su presencia, a cuerpo completo o mediante el símbolo de la balanza en los tribunales, que le pasa algo así como al toro de Osborne, que de vender coñacs ha pasado a simbolizar la contraparte de le coq galo.

Pues no. A pesar del mito popular, la Titán Themis, que no diosa, no simboliza la Justicia, sino la Ley y el Orden, y eso lo saben muy bien todos y cada uno de sus sacerdotes, los que salen en la foto oficiando el ungimiento de Juan Luis Ibarra como nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.

La diosa Dicea, por el contrario, hija de Zeus y Themis, es la auténtica personificación de la Justicia, y su función primordial era lamentarse ante el trono de Zeus cada vez que un juez violaba la Justicia.

Themis, por el contrario, no necesitaba de tales sensiblerías ni procedimientos complicados: Si no se le hacía caso, Némesis automáticamente se encargaba de la represión al recalcitrante, sobre todo castigando a aquéllos que no obedecen a quienes tienen derecho a mandarles.

Qué cachondos estos griegos, ¿verdad? Necesitamos a Hesíodo para que aporte algo de luz en estos tiempos, pues los sacerdotes de Themis y los seguidores de Némesis casi han conseguido condenar a la Justicia a lo que los Egipcios llamaban “la segunda muerte”, esto es, borrar hasta el recuerdo y con ello hacer desaparecer el ba, el espíritu y matar el ka, la fuerza vital, negándole así la vida eterna.

Juan Luis Ibarra adora a la Titán Themis. Su trayectoria personal y política lo certifica de sobra. Un Juez que se considera “de corazón socialista”, “radicalmente constitucionalista”, miembro del Consejo Editorial de “Papeles de Ermua”, que abandonó Jueces para la Democracia por estar en contra del bilingüismo en la judicatura vasca, y que lo hizo acusando de “fascistas” a los que no pensaban como él es un enamorado de Themis y un adorador de Némesis, pero desprecia a Dicea, aunque en el fondo la teme.

O la temería si Zeus se rebotara de una santa vez y se acordara de dónde coño guardó los puñeteros rayos.

Y mientras tanto, ¿qué hace Themis? Su trabajo, por supuesto, mientras Némesis está ocupada porque se le acumula el trabajo.

Hala, sed buenos.