Con el verde vitoriano ocurre igual que con muchos mandatarios mundiales: no muy apreciados en sus países y laureados en el extranjero. Discrepo de quienes creen que el actual alcalde vitoriano vaya a explotar a su favor lo de Estocolmo, entre otras razones porque creo que los vitorianos no están tan en sintonía con los del jurado sueco en eso de las maravillas verdes gasteiztarras.
A mí no me gusta el desarrollo green de Vitoria, y ya no es cuestión de si su mentor fue Cuerda, Alonso, o lo es Lazcoz. Lo que tenía que haberse primado en una ciudad como Vitoria, en la que tan cerca están los montes de Vitoria de su centro, tan cerca el pantano y los propios humendales de Salburua; lo que tenía que haberse primado – decía- es que los barrios de la periferia (Zabalgana, Salburua y Lakua) estuvieran más cerca del centro, disminuyendo para ello la superficie de verde que actúa como gran cortafuegos. Con ellos también tendríamos más cerca de nosotros ese anillo verde que SÍ es un buen invento.
Quizás lo lógico sería dotar de municipalidades propias a Zabalgana, Salburua y Lakua, por su situación extramuros/extrarradio, en una ciudad pequeña. Barrios, eso sí, con grandes avenidas de cuatro carriles sin coches; con abundantes parques infantiles sin niños; con mucho verde al que no va ni los perros; y, ante todo y sobre todo, sin vida humana callejera.
Lo que yo tampoco hubiera hecho es construir edificios de cuatro plantas, en donde los solteros, los separados, los matrimonios sin hijos y los pisos vacíos dan como resultado una densidad mínima. ¿Qué hace una sóla persona en una vivienda VPO de 90 m2? ¿Cómo puede utilizarse dinero público para expandir tanto cemento sin ton ni son?.
Si yo fuera alcalde, o candidato, daría una importancia absoluta a las potencialidades de Vitoria como ciudad de bicicleteros. Estamoa a 2010, y esa Vitoria de bidegorris es un fiasco, más por lo malos que son que por los kilómetros que existen de franja roja.
Unos buenos espacios de verde -y muy utilizados- son el parque El Prado y La Florida, mucho más pequeños, utilizados y seguros que los de Arriaga, Aranbizkarra o Las Conchas, por citar sólo unos poquitos. Y, además, son frecuentados por seres humanos, y no exclusivamente por perros ¿Qué hacen tantos metros cuadrados de verde, cuando el 90% de sus usuarios caminan por sus sendas? ¿Cuál es el precio de mantenimiento de toda esa foresta urbana?
Nos guste o no, el «green» de las zonas verdes ha resultado determinante para que se decantaran por Gasteiz como capital europea. Ese verde es que que hace que, como dices, cueste cuarenta minutos llegar a pie de Mariturri al centro. Es un diseño de ciudad cuestionable que, recordémoslo, diseñaron técnicos municipales bajo el mandato de Alfonso Alonso. Recordemos también que por aquel entonces se propugnaba algo todavía más salvaje: un crecimiento desmesurado en los pueblos que, gracias a la intervención de la oposición, se recortó en gran medida.
¿Hasta qué punto interesaba a los promotores de vivienda aquel diseño de ciudad?, ¿qué ha hecho que los mismos técnicos favorables a amplias zonas verdes de transición ahora parezcan abogar por redensificaciones y otros engendros?, ¿por qué no se supo ver las consecuencias de alternar torres con edificaciones de cuatro alturas?, ¿nadie fue capaz de prever ese derroche de pisos de 90 metros habitados por una persona? Mucha tela que cortar en el desarrollo gasteiztarra de la última década.
El caso es que los parques actuales son los que son y no hay quien se atreva a pegarles bocado, por insostenibles que resulten. No hay más que ver la que se está montando ante el «bocadito» al parque de Arriaga. Lo que más me solivianta en este asunto es la absoluta hipocresía de mucho ciudadano que oculta sus intereses privados bajo el pañuelo verde. Detrás de muchos acérrimos defensores de la zona verde no hay más que personas que no quieren ver depreciado el valor de sus viviendas.
Díficil cuestión la que planteaís y más aun en un asunto como la ordenación de la ciudad, respecto del cual todo el mundo sabe, opina y sienta cátedra. La ciudad como hecho social que es, es un ser vivo, dinámico, contingente…al albur de los cuatro gurús de turno que, no teniendo más curriculum que su posición dentro de un partido (me da igual cuál), es capaz de platicar de lo divino y de lo humano, incluso del urbanismo, del paisaje, del medio ambiente. En fin, ahora se dan cuenta de que es la época de la ciudad concentrada, cerrada y de colmenas. Ahora se dan cuenta de lo que cuesta la ciudad verde, la ciudad difusa, de su mantenimiento, la del tranvía, la de todo gratis, la de que cada barrio tenga un centro cívico, la de tener un buesa arena (para mí siempre la plaza del ganado de Zurbano) y a la vez un nuevo polideportivo municipal, la de los centros comerciales (malls) que desertizan la vida comercial de la ciudad, las de los bicigorris que se mezclan con los peátones, la de los ciclistas que cruzan los pasos de cebra en sus ciclos y atropellan a mayores y pequeños por el centro histórico, la de poner un auditorio en el quinto pino para que tenga menos uso que Foronda (ójala me equivoque), la de alejar la Casa Consistorial del Centro histórico, la de plantear un parking rotatorio en la Plaza de Amárica, la del tranvía que ha destrozado la dorsal Angulema-Plaza Lovaina. Y ahora nos rasgamos las vestiduras… En fin qué ciudad verde y que ecologismo de postal ¡Viva el ecoescepticismo!
Ni son los políticos quienes tienen la última palabra (son los técnicos) ni se acaban de dar cuenta del disparate que supone lo hecho en Salburua y Zabalgana.
Ya en el 2004, la Carta de Alborg, enunciaba unos compromisos en cuanto a Planificación y Diseño Urbanístico, ninguno de los cuales se ha cumplido según mi parecer en el desarrollo de estos dos engendros urbanísticos.
1. regenerar y reutilizar las zonas degradadas y abandonadas.NO
2. evitar el crecimiento urbano desmesurado, logrando densidades urbanas
apropiadas y priorizando el desarrollo urbano en zonas ocupadas frente a zonas
verdes.NO
3. asegurar un urbanismo de usos del suelo mixtos, con un balance equilibrado
entre la actividad laboral, residencial y de servicios, dando prioridad a un uso
residencial en el núcleo urbano.NO
4. asegurar una conservación, renovación y reutilización apropiada de nuestra
herencia cultural urbana.ACEPTO PULPO…
5. aplicar requerimientos para un diseño y construcción sostenibles y promover la
arquitectura de alta calidad favoreciendo las nuevas tecnologías de construcción.NO