Egibar está bregado en estas cuestiones. Se las vió con la arremetida contra Jon Jauregi, un asunto que fue calificado por Gerenabarrena como propio de la mafia calabresa. ¿En qué ha quedado todo aquello? Cuando Gabriel Inclán acompañado por buena parte de los cargos -el tránsfuga Bengoa está ya en la bancada enemiga- acudió al Parlamento para desdecir a a Comisión que investigaba el «caso Margüello«, y fue recibido efusivamente por un miembro de la familia jeltzale como es Egibar, todos los dardos unionistas se dirigieron al presidente del GBB y el PNV, tildandlos de «victimistas» y de «arropar a corruptos«. El juez archivó la causa, con enorme disgusto del gobierno de López. La historia se repite con eso que llaman «caso Miñano«, hasta el abrazo de Egibar.
De Miguel ha sido ya -como el resto de imputados- mediática y políticamente ajusticiado. Ayer tuvo la entereza de acudir al Parlamento, entre cámaras y flases, para plantarse ante quienes desde el principio, sin juicio imparcial, le dan como seguro delincuente. Su abogado Susaeta fué explícito:
«La jurisdicción penal tiene competencia exclusiva y excluyente sobre los hechos, por tanto, cuando está abierto un procedimiento penal «no se puede abrir otros procedimiento judicial, ni un procedimiento administrativo como una comisión parlamentaria en la que se va a investigar lo mismo, con la desventaja de que en la comisión, los imputados en un procedimiento penal no son parte, por lo que no pueden presentar las pruebas que amparan su defensa, ni interpelar a las acusaciones«.
Erkoreka ha declarado que el PNV no da cobertura política a De Miguel. No tengo ni idea de lo que quería transmitir. Lo que sí sé, y sabemos cientos de militantes del PNV, es lo que ha afirmado De Miguele en su escito leído ante la Comisión y ante la prensa (sabedor como era que Rodríguez, Barrio, Urquijo o el propio presidente los ibana filtrar antes del mediodía):
1.– «Las personas afiliadas y afectadas, simplemente somos la conexión para relacionar al PNV con presuntas conductas delictivas«. La secuencia de los hechos está demostrando la certeza de la aseveración.
2.- «Entregué el carné de forma voluntaria hasta que quede ratificada mi inocencia por la justicia«. Lo que equivale a que De Miguel continúa sintiéndose miembro de la familia jeltzale, así como el resto de imputados. Su actitud les avala, y avala a un Partido ejemplar, un foco de luz ante tanta negritud y mierda que invade el Infraebro.
3.- «Hay parlamentarios que han vulnerado mis derechos y ya me han declardo culpable«. Los citados arriba, toda una pléyade de de subdelegados españoles con una única misión: destruir al PNV y todo vestigio de abertzalismo en la CAV. La hiel como argumento político.
En las comparecencias de Inclán y De Miguel ha cambiado el decorado. Hemos pasado de una actitud pasiva a otra activa, de «un callar que otorga» a un «aquí estoy para decirte que sois unos asquerosos manipuladores». Eso se nota, y lo agradecemos todos.
¿Pero a quién pretender engañar estos con tanta pureza y honorabilidad, cuando ayer mismo se dijo en T5 que se había destapado una trama de prevaricación en el ayuntamiento de Melilla, gobernado por el PSOE, ofreciendo la posibilidad de acceder a un puesto de trabajo en el plan de reactivación del empleo del propio ayuntamiento a aquel que depositara su voto (por correo) en las oficinas municipales siempre que se demostrase (ante el propio funcionario) que la papeleta era efectivamente del PSOE? Y como esas, a lot. ¿Y ante esto, qué dicen Pastor, Mendia, el bolsillos de cristal de PL… Podríamos irnos tb a por el PP, con la inclusión en las listas de cinco imputados en la trama Gürtel. Estos, PSE-PP son los últimos para dar lecciones a nadie.
La posición de ciertos burukides ha sido increible. Pero se anota.
Los corporativismos no son buenos. Si hay culpa mejor limpiarla. Pero en este caso no se ha mantenido la presunción de inocencia. Y lo que es peor: viendo que el proceso era un atropello y que no había tomate (enriquecimiento, p.e.) cierto sector del Partido ha decidido utlilizarlo en clave interna. Esto es muy grave.
Por eso el ejemplo de Egibar es tan importante. Cuando abraza a Caín lo hace por el bien del Partido. Como hacía Arzalluz…
Egibar ha vuelto a aparecer como lo que es: un líder político que no tiene miedo a dar la cara.
Los timoratos y los que solamente piensan en eliminar al que en el propio partido no piensa como ellos son simples gerentes de la política. Jamás serán líderes, por mucha corbata de seda que vistan.
Es cierto que reconforta ver gestos como los de Egibar después de soportar todo lo que hemos aguantado en este asunto.
Tampoco es malo recordar lo que pasó con el asunto Jauregi y sus consecuencias.
Todavía ayer algún periodista afín a nosotros seguía reclamando, de forma poco amigable, no se qué explicaciones sore el asunto Miñano que al parecer no han quedado claras según su criterio.
¿»Afín a nosotros» o simplemente gilipollas?
Lo de los periodistas afines siempre hay que ponerlo entre comillas. Ya hubo un periodista «afín» con un alto cargo en la actual EiTB.
«Afín», los cojones.
Lo de Díez, por no hablar de lo del responsable del medio que ha permitido la publicación de esa… escoria, es como para ponerlos a los dos, o al número de implicados que sea, EN LA PUTA CALLE, a ver si les acaban dando un puestito en el Zorreo.
He dicho.