Mientras tanto López desbarra, y ejecuta a la perfección su función de ilegítimo y de títere sin basamento democrático, absolutamente sumiso al poder español, como acabamos de comprobarlo con la reforma constitucional, admitida sin rechistar -con su peculiar versión anti Zapatero- por el usurpador de Ajuria-Enea. Ahora nos llega –desde su teatralización de Miramar (observad la cara de fisgones de sus consejeros en la imagen)– exigiendo que nos retratemos ante el anteproyecto de Ley Municipal, justo cuatro meses después de que las urnas les hayan colocado como cuarto partido de la CAV en representación institucional foral y municipal, quizás la más democrática de todas las representaciones.
Es él, López, y su partido (PSOE) quienes quieren trazar las líneas de algo –la citada Ley- para lo que no están democráticamente habilitados, fundamentalmente porque la segunda formación (Bildu) en representación institucional foral y municipal no va a participar en su desarrollo y posterior aprobación parlamentaria, si procede. No es cuestión ya de deficiencias de contenido porque “establece un vaciado competencial” como acaba de declarar Juan Mari Aburto, portavoz de la Diputación vizcaína.
Es algo mucho más profundo: falta de legitimidad democrática. ¿Con que argumentos se presentarán los parlamentarios tod@s para tratar sobre unas instituciones que están controladas en un más que considerable porcentaje por una coalición marginada del Parlamento?
López apuesta por una Euskadi sin taifas, refiriéndose a quien sí detenta el poder legítima y democráticamente, José Luis Bilbao. Quizás López, en su papel de sumiso compulsivo al poder español tenga “in mente” ese estribillo que tanto manejan los dirigentes españoles cuando se refieren a otros pueblos como el vasco que ellos dominan: controlar a los taifas del norte, a quienes quieren escabullirse del poder de España.
Hace tiempo que López está acabado, pero su figura continúa copando casi todos los medios de este país, llegando hasta la paranoia en el caso del EITB. Mientras continúe en sus labores de usurpador, aunque acabado, no tendremos más remedio que acordarnos de él, y frecuentemente.
Según Iñaki Oyarzábal, quieren aportar cambios a la nueva ley pero sin frenarla, creen que tiene que ser en consenso entre los 3 partidos más votados… en el cual se incluye claro. ¿Tendrá planes de futuro (ilegalización de Bildu) con Rajoy? ya que todos (el PP también) saben quien manda en los municipios.
Por cierto… si escribe Oyarzábal asi, ¿por qué no escribe Iñaqui?