Lástima que no sea Marisa

Era un secreto a voces, pero cuando Marisa volvió a perder por enésima vez cualquier posibilidad de hacerse con la alcaldía de Getxo, municipio en el que los peperos concentran más del 40% de su afiliación en Euskadi, ya sabíamos que no iba a resignarse a ser la eterna segundona, así que se ha currado el puesto número dos de la candidatura del PP por Bizkaia.

Y digo que es una lástima que sea la número dos y no la número tres, porque en ese caso podríamos haber colaborado a provocarle otro jamacuco de esos a los que mis vecinos ya le han acostumbrado evitando que asiente sus posaderas en el Congreso.

Lástima. Parece que nos tendremos que conformar con el premio de consolación: Carlos Olazabal Estecha. Ese es nuestro objetivo. Vamos a amargarle la vida un poco y evitar que salga elegido diputado. Está a falta de unos pocos votos quitarle un dedo teledirigido a Rajoy, otro zombie cuya función se limita a leer la caverna mediática y engancharse a la TDT-Party mientras espera a ver cuántos deditos saca el jefe de filas para saber qué botón tiene que pulsar en eso que llama Vasagoyty con un par “compromiso con los vascos”.

Súmate al cambio, cambia un zombie teledirigido por un parlamentario vasco de verdad que sí va a pelear por los intereses de Euzkadi y haz que este tío no salga elegido por Bizkaia.

En su lugar, asegurémonos de que Pedro Azpiazu Uriarte, un abertzale, vaya en su lugar. Ya siento que no podamos quitarle el caramelo a Marisa Mon Amour, pero bueno, no se puede tener todo.

Si el día 20 piensas quedarte en casa, ten en cuenta que cada vez que te abstienes y no votas con cabeza, el PP está un poco más contento. Si Euskadi puede, Bizkaia se sobra. Amárgale el día a Carlitos, joder, no son más que unos minutos.