Josu Erkoreka, Portavoz del Grupo Vasco en el Congreso en su Blog
Hace unas semanas inserté en este blog una entrada en la que llamaba la atención sobre la existencia de diferentes maneras de oponerse al Presupuesto General del Estado. No es lo mismo -observaba allí- oponerse a las cuentas públicas de Rajoy porque se predica, de raíz, la insumisión a la senda de déficit marcada por la UE (1), que hacerlo porque, asumiendo ese marco, no se comparte el reparto territorial de las cargas (2) o se discrepa del modo en el que el presupuesto aplica los recortes entre los diferentes ámbitos de actuación de los poderes públicos (3). La opción por una u otra vía queda reflejada, sobre todo, en las enmiendas parciales que son las que, más allá del genérico discurso que se formula en la enmienda a la totalidad, precisan, con mayor detalle, los perfiles de la propuesta alternativa que cada grupo parlamentario postula para las cuentas públicas.
Durante el debate del proyecto en el Congreso hemos visto de todo. Hay grupos que, simple y llanamente, no han presentado enmiendas parciales. Es el caso de Amaiur. Es más fácil ocultarse tras una dialéctica grandilocuente que mojarse con propuestas concretas que le retraten a uno. Otros grupos no han tenido reparo alguno en formular enmiendas con cargo al déficit. Son los que, lo reconozcan o no, se sitúan objetivamente al margen de la UE. Aceptar sus enmiendas, significaría, hoy y aquí, ponerse frente a la UE, incumpliendo la senda de déficit pactada en su seno.
Nuestro planteamiento se ha movido entre las opciones 2 y 3. Sin compartir la política de sangrante austeridad promovida desde las instituciones europeas, creemos que no es posible, hoy por hoy, situarse al margen de la senda de déficit comprometida con la UE y, en consecuencia, hemos orientado nuestras enmiendas a pedir -dicho en pocas palabras- más para Euskadi, más para la I+D+i y más para políticas activas de Empleo. Todo ello, con cargo a la partida general correspondiente a los gastos de diversos ministerios. El PP también ha jugado en este terreno pero con otro orden de prioridades, evidentemente. Valgo como muestra un botón. Entre sus contadas enmiendas, se ha registrado una que quitaba dinero a la cultura vasca y catalana, para dárselo a la gallega. Una enmienda que, evidentemente, ha prosperado. El que manda, manda. Y Basagoiti callado.
Pero lo que ahora quisiera destacar es el hecho de que, implícita o indirectamente, el debate presupuestario ha encerrado un debate sobre la continuidad en el euro. El mismo debate que subyace al referéndum celebrado ayer en Irlanda y que sirve de trasfondo a las elecciones que se celebrarán en Grecia el próximo 17 de junio. Irlanda quiere seguir en el euro. Sin entusiasmo, dadas las leoninas condiciones que ello le impone, pero prefiere mantenerse dentro que salir. Sobre Grecia no me atrevo a vaticinar nada. Ya se verá el mensaje que lancen las urnas dentro de dos semanas.
En cualquier caso, tengo para mí que el debate implícitamente planteado en el Congreso de los diputados, no llegará a manifestarse de forma descarnada. Hay un dato elocuente que permite augurarlo. Ni una sola de las administraciones requeridas para ajustar su déficit a los parámetros fijados por la UE se ha resistido a ello. Ni tan siquiera las gobernadas -o cogobernadas- por los partidos que, en las Cortes Generales, hacen votos por el déficit. No es lo mismo hacer oposición que gobernar. En Euskadi tenemos ocasión de comprobar todos los días lo difícil que le está resultando a Bildu gestionar desde el poder las alegres reivindicaciones demagógicas que formulaba cuando estaba en la oposición.
Es que Bildu no hace politica: a nivel micro, gestiona intereses; a nivel macro, predica el evangelio.
Con todo el respeto y sin pretender enmendar la plana:
«Es que Bildu no hace politica: a nivel micro, gestiona intereses propios (¿el partido del negociete?); a nivel macro, predica el evangelio, que Elvis está vivo o que un ovni les abdujo»
Este blog debería tener un botoncito de +1
Dijo EusKtulu:
«Es que Bildu no hace politica: a nivel micro, gestiona intereses; a nivel macro, predica el evangelio.»
Que razon llevas….