El majunche vasco tiene nombre de mujer

Dicen que la mentira tiene las patas muy cortas y que por eso se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. En un país de américa latina se llama majunche a … bueno, mejor no desvelarlo. El DRAE está disponible. La cuestión es que allí, el candidato majunche ha tenido que movilizar a todas las fuerzas, a los de la antigua oligarquía defensora de los antiguos métodos, de los desmanes humanitarios (sic) y políticos de la anterior forma de estado con los nuevos valores no comprometidos con el candidato a re elección antes de final de 2012, junto con mucha gente. Un grupo muy heterodoxo, conjuntado y aglutinado única y exclusivamente con la idea de vencer al diablo de Barinas. Como EH Bildu con EAJ / PNV.

El majunchismo tiene mucho que celebrar y es que ha designado su candidatura, de tal manera que, como en el caso de su homólogo no hay posibilidad humana de certificar como se ha realizado esa elección. Allí, en América, fue por el fuego, fueron quemados los cuadernos de votación. En nuestro caso fué designación a dedo: como en el caso de Rajoy por el del dios Aznar, sólo que en el caso vasco, la majunche fue tocada por el dedo del politburo del comité centrál. Así de simple. En una mesa camilla de las de toda la vida. Con la participación de … ninguna base. Porque llegado el caso ni voz ni voto. Las y los campeones de la democracia participativa afirmando que cuando tienen el poder, ellos han sido designados, ellos saben, ellos mandan y deciden. Despotismo ilustrado. O Centralismo Democrático. Una cosa decidida arriba, baja en cascada y no se discute. Arriba se ordena, abajo se obedece. El líder, es decir, el soviet supremo, es infalible, no puede equivocarse.

La candidata majunche vasca pretende hacernos creer, como en el caso americano, que la historia y las cosas nacen con ella, y no puede ser, porque cada cual arrastramos nuestra historia, individual y colectiva, nuestro pasado, nuestras vivencias, nuestras realidades, y es que ante la falsedad, es tan fácil rebatirlo con la realidad… Las de veces que Batasuna ha hecho un frente parlamentario con PP y PSOE, y es que Idoia Zenarruzabeitia, nuestra vice lehendakari, llegó a hacer un informe revelador, que presentó en el parlamento. Por tanto no nos ha de sorprender nada. Coincidencias decían. Y ahora, se permiten elegir un gobierno de majunches pasando por encima totalmente de la soberanía popular. Lo que cuenta, que son los votos, han sido superados por la presentación del equipo de gobierno. Que tiene su aquel biográfico, pero no es cuestión de enjuiciar. Al menos por ahora. Ya llegará el momento de hacerlo desapasionadamente. La base de todo es contar con la ciudadanía, Y la candidata majunche da la espalda a la misma. Esta es la clave.

Los majunches piensan olvidan y desprecian lo que ignoran, voluntaria o involuntariamente, según el caso. Lo mismo que a la versión americana le ponen un sombrero de corista en un encuentro indígena, la versión vasca del candidato majunche parece asumir el desprecio a la tradición foral representada en las Juntas Generales, previas a la existencia de la Diputación Foral, que emana de la anterior. Y es que aunque "Carlos" (sic) Marx dijera que las instituciones vascas son casi plenamente democráticas, la candidata majunche y su delegado para Gipuzkoa, el pequeño majunche, pasan por encima. Pues una cosa es predicar y otra dar trigo. Una cosa es hacer un discurso, o mil, y otra gobernar, y lo uno no tiene nada que ver con lo otro. Y entre medias el Marketing y la agitación y propaganda. Y todo se basa en humo, falsedades, desviar la atención, no afrontar las realidades, construir mundos virtuales, aunque estos puedan ser de corta vida, mientras duren hasta después de las elecciones. "Soluciones ahora" decía el PP de Mayor Oreja en las europeas. La candidata majunche lo ha traducido al euskera. Ni más ni menos.

Los que se juntan sin otro propósito que desplazar a la primera fuerza histórica, duradera y natural del pueblo son, por definición majunches, y los que andan ocultando sus realidades internas, desbordando las contradicciones estructurales, lo son de manera múltiple, como es el caso de la candidata majunche, que tiene presuntos compañeros de gobierno sin tener votos, y sin compañeros de lista. Porque, entiéndase, el procedimiento es la democracia. Las formas son el fondo. Y unas elecciones al Parlamento Vasco eligen parlamentarias y parlamentarios. Cada cual tiene su tiempo. Pretender saltárselo equivale a poner en cuestión el procedimiento de elección parlamentaria, y supeditar voluntades partidistas a su futura adhesión social, sin contar con la adhesión ni de los propios ni de los afines. La política real da una imagen más clara y nítida que la que se quiere proyectar desde el soviet supremo y marca la pauta de muchos que pretenden lavar mala conciencia por conductas "desviadas", con una marca exterior diferente, pues, como el majunche en América, la majunche vasca y su grupito de amigas y amigos tiene mucho que contar de entre lo que calla y oculta, como cual es su legitimidad de origen, cual es su verdadero programa electoral, cuales son sus verdaderos propósitos, y cual va a ser el medio empleado. Pues, como su colega americano, mucho abuso de buena palabreria, pero hechos son amores y cuando una serie de hechos contradicen una buena palabra no hay que dudar a quien creer, y es que las pruebas son palmarias, evidentes y visibles en el territorio histórico de Gipuzkoa.

La majunche vasca se ha echado al ruedo. Bien por ella. Que sea recibida como se merece: con la verdad por delante, con honestidad, claridad, serenidad, tranquilidad, realismo, aplomo, solidez y garantías de un proceso electoral participativo, limpio, claro, transparente, y que busque ser un debate de ideas, de proyectos, de realidades basadas en este país, no en ningún otro, como le gusta hacer al majunche americano, porque no tenemos otra patria más que esta, y como afirmaba Martí "Patria es Humanidad" y la propia patria ha de ser lo primero, lo fundamental, para poder abrirse a la solidaridad con el resto de pueblos del mundo. Anguita decía aquello de "Programa, programa, programa". Alcancemos la realidad con realismo y hagamos posible el futuro con posibilismo, sin caer en las redes del majunchismo. Porque las promesas han de ser para ser cumplidas, porque hablar por hablar conduce a la "Lengua de Madera" que dicen en el estado francés, porque cuando te juegas los cuartos no hay tiempo para definir si los ángeles tienen sexo, y menos cuando a la candidata majunche se le supone ateísmo. Por todo ello y por mucho más, majunche, sepa usted que la ciudadanía vasca la conocerá bien, conocerá qué representa y porqué se presenta, y que es lo suficientemente madura como para decidir por si misma. Y lo hará más pronto que tarde. Como en el caso de su homólogo americano. Y no hace falta anunciarlo, porque habría amanecido aunque el gallo no lo hubiera cantado. Todo vendrá dado, con naturalidad, como debe ser. Ya lo verá.