¿No quieres comer? Pues no comas

Parece que son ya 108 los presos de ETA que se han sumado a la huelga de hambre para apoyar la petición de que Iosu Uribeetxeberria, uno de los culpables de haber mantenido en un zulo a Ortega Lara durante 532 días, hasta dejarle con el mismo aspecto que vemos en las víctimas de los campos de exterminio nazis, sin que les haya importado jamás lo más mínimo sus derechos fundamentales como persona o la “legislación” que ahora invocan como justificación.

No sabemos realmente si toda esta parafernalia obedece a un corporativismo terrorista con unos de sus compañeros o, por el contrario, al igual que Arnaldo Otegi, se debe a una afán electoralista por llenar portadas y seguir alimentando el victimismo rebañador de votos, única política que ha desarrollado históricamente el autodenominado MLNV.

Lo digo con todas las letras: Es increíble el corporativismo que, a toque de corneta de la cúpula “revolucionaria”, ésa tan adicta al chalet y al BMW, la misma que no duda en pagar fianzas millonarias para no pasar ni un segundo más del imprescindible en el mako, ostentan quienes en su momento no tuvieron ningún escrúpulo en secuestrar a personas y retenerles en unas condiciones tan inhumanas que, a su lado, cualquier tipo de prisión parece un hotel de lujo. Los mismos que berrean con el “que cumplan su ley”, los mismos a los que se les cae la cabeza exigiendo que se atienda “al clamor del pueblo”, son exactamente los mismos que desoyeron absolutamente el clamor que desde el Pueblo Vasco les exigía eso de que tanto alardean ahora, que las proyectos políticos se defiendan por las “vías exclusivamente políticas y democráticas”.

Entonces la política les parecía cosa de risa frente al terrorismo revolucionario. La voluntad popular, una filfa que se oponía a la clarividencia de la “vanguardia armada” y eso de los votos y la participación institucional, una bajada de pantalones de los vendidos y traidores españolazos del PNV.

Ahora pretenden hacer campaña con una pantomima, pues el mismo Otegi (a quien hacer unas semanas de régimen no le van a sentar nada mal, de lo contrario corre el riesgo de acabar como Pernandito) “se ha sumado a la huelga de hambre después de desayunar” y, por lo que parece, los aguerridos delincuentes huelguistas de hambre no renuncian a comer los productos que adquieren en el economato de la cárcel. Eso sí, la bazofia del mako la rechazan.

No se les ha visto jamás tanta sensibilidad con los derechos fundamentales de quienes no son de los suyos, y es que aún tenemos memoria y hemerotecas de las que tirar para dejar en su sitio a esta chusma, como la portada del Egin que ilustra este artículo.

Esta patochada no es más que otro burdo intento de alimentar el victimismo para rebañar unos cuantos votos en las elecciones, y desde luego a mí no me dan ninguna pena unos cuantos carceleros y un montón de delincuentes.

¿Que no quieren comer? Mejor, menos gasto de manutención. Que se paguen ellos mismos el papeo en los economatos de la prisión, como se paga Arantza Zulueta sus fianzas millonarias o Jone Goirizelaia sus chaletazos y BMW de alta gama.

Y si tienen dos cojones, que lleven hasta las últimas consecuencias la huelga de hambre, así podremos decir que han sido “víctimas del conflicto”, pero esta vez voluntarias, no como los asesinados por ETA, como Joxe Mari Korta.

Pero mucho me temo que entre toda esta caterva no hay ningún Bobby Sands, así que seguirán un par de semanas comiendo del economato y haciendo el paripé. Venga, gudaris, a ver cuánto adelgazáis.