Dime de qué presumes…

Iñigo Urkullu Renteria, próximo Lehendakari de Euzkadi, en su blog.

Decía Confucio que “un hombre de virtuosas palabras no es siempre un hombre virtuoso”. Cito al pensador y filósofo oriental a cuenta de la última noticia relativa a la “nueva izquierda y abertzale” que ha decidido “garantizar cuatro diputados a EA, tres a Aralar y dos a Alternatiba” de cara a las próximas Elecciones autonómicas.Y lo hago por un ejercicio tan solo de constatación, como aquel latiguillo de “yo…por comentarlo…”.

La verdad es que están teniendo un verano muy activo en la toma de decisiones. A principios de julio “eligieron” a Laura Mintegi como candidata a Lehendakari. Dos semanas después dieron a conocer a todas y todos los miembros del que será “su Gobierno”. Ahora se han adjudicado los cupos de parlmentarias-parlamentarios para cada partido. E imagino que en unos días harán saber cuáles son las listas completas de sus candidaturas.

Así funciona la “nueva izquierda y abertzale” en sus “procesos de decisión”. La misma que aquella “izquierda abertzale” que durante décadas ha estado acusando de falta de transparencia a todos los partidos; la que ha combatido con ferocidad la falta de participación en la toma de decisiones políticas. Resulta que ahora, en un abrir y cerrar de ojos, sin luz ni taquígrafos, elige y presenta a todos sus representantes para el Parlamento y el Gobierno Vasco, antes “vascongado”.

La “nueva izquierda y abertzale” ha realizado, sin proceso negociador que se haya conocido, lo que en la propia terminología anterior por lo menos, -utilizando sus “virtuosas palabras”-, no habrían dudado en calificar como un “puro reparto de prebendas y poltronas”. Quienes han pretendido durante años presumir de transparencia y dar lecciones de participación política, utilizan el procedimiento más opaco, cerrado y oscuro para decidir sus nombramientos. ¡Aquí no hay “almas” ni “sensibilidades” ni “corrientes”!. Eso sí, hay que “reconocer” que a efectos de conocimiento público parece ser exactamente el mismo procedimiento que utilizan para cesar, defenestrar y expulsar.

Visto lo visto, no cabe duda de que no son virtuosos. Ahora bien, sí hay que reconocerles una virtud, por lo que decía en cuanto a los “procesos de negociación” y las “sensibilidades”. Hay que reconocérsela porque toman sus decisiones, las comunican a través de los medios y consiguen que nadie en sus filas las cuestione o critique. En este mundo de la izquierda socialista revolucionaria y abertzale es de loar que parezca que no hay debate ni discusión, que se decide y se acabó el más mínimo atisbo de controversia o polémica.

En la anterior legislatura, en la anterior, EA se presentó a las Elecciones en coalición con EAJ-PNV y formó parte del Gobierno Vasco hasta el final. Al concluir la legislatura previa llegó el momento de plantear renovar la coalición y EA exigió no menos de 7 parlamentarias-os, en un cálculo de “ganancias” o “riesgos” en función de previsión de resultados y no por que hubiera base empírica de que deberían aspirar a siete parlamentarias-os. Este partido maniobró y presionó, en privado y en público, para incrementar su presencia en las listas. La actitud de EAJ-PNV fue la que fue. EA contó con siete parlamentarias-os. Para la presente legislatura EA adoptó, sin comunicación previa a EAJ-PNV y tras un verano del año 2008 del que algún día se escribirá en la relación con algún partido “constitucionalista” y los cálculos post-ETA, la decisión de acudir en solitario a las Elecciones, con el resultado de sobra conocido por todas-os: un parlamentario. Ahora, en pleno agosto, de un día para otro, parece que EA acepta cuatro parlamentarios, y se doblega sin aparente discusión ni debate. Hay que reconocer que la “virtuosa izquierda” ha logrado que EA se conforme, en silencio y sin rechistar, con la mitad de lo que hace poco más de cuatro años calificaría de “humillación”. También podría hablar de los procedimientos de negociación de candidaturas con otra formación como Aralar, incluso de planteamientos que afectaran también a Aralar y EA, (Nafarroa) como para no dejar sin referirme al resultado del “proceso” por el que para las elecciones autonómicas parece haberse decidido que le corresponden tres parlamentarias-os.

Da la impresión de que todo obedece a una “cultura política” que consigue imponer sus decisiones e impedir, con el virtuosismo que les caracteriza, la menor crítica o cuestionamiento conocidos públicamente. Ahora ya tienen candidata a “Lehendakari”, ya tienen identificado el posible “Gobierno Vasco” y ya tienen su propio “grupo parlamentario”. Cualquier día de estos nos encontramos con que también han aprobado su programa electoral, del que algún apunte conocemos. Eso sí, no se privarán de presumir de que han tomado las decisiones “tras un proceso abierto a la participación de las asambleas de (todas las formaciones y sensibilidades que conforman) de todos los barrios y pueblos de los Herrialdes del oeste de Hego Euskal Herria”.

La sentencia de Confucio quizás sea de aplicación, tras las “virtuosas palabras”, en el tufillo que se desprende de eso que se acuñó como el “centralismo democrático”.