Dedicado a todos aquellos que se imaginan que la historia de Euzkadi empieza con ellos y su hard-on con la revolución argelina – Lorth Needa.
Iñaki Anasagasti Olabeaga, Senador por Bizkaia de EAJ-PNV
Primero sonaba el primer compás del “Gora ta Gora” tocado en un viejo xilófono amarillo. Y después venía la presentación en cuatro idiomas. Durante trece años, éste fue uno de los indicativos de las emisiones clandestinas de Radio Euzkadi que transmitía en onda corta a las 8:30,9:30 y 10:30 de la noche desde Venezuela. Era, ”Radio Euzkadi, La Voz de la Resistencia Vasca”. La identificación en inglés la hacía Guillermo Ramos, en francés Paul Aguirre, en castellano Iñaki Aretxabaleta y en euskera Xabier Leizaola. Fue la labor de un gran equipo.
Guillermo Ramos nacido en la Plaza Nueva de Bilbao hace casi 7l años acaba de fallecer en Caracas. Hace dos meses nos visitó. Había superado un fuerte bache en su salud y estaba encantado que su hija Aitzbea viviera en su ciudad natal y por eso quiso visitar (y quizás despedirse) de todos los que con él tuvieron alguna relación en Venezuela tanto en el Centro Vasco como en el trabajo clandestino de La Txalupa (así conocíamos a nuestra Radio Euzkadi clandestina). Estuve con él almorzando junto a Mikel Arieta-araunabeña, Andoni Olabarri e Iñaki Erkoreka recordando aquellos viejos tiempos donde hacíamos mil cosas para acabar con el franquismo y que la llama del Gobierno Vasco en el exilio, la del PNV y de EGI, no se olvidara. La revista Gudari, la película “Los Hijos de Gernika”, la edición de libros, y sobre todo el mantener trece años una emisora clandestina que emitía desde los Valles del Tuy, exigía una fuerte organización clandestina que requería muchas reuniones y toda una estructura económica para mantener aquella proeza.
Guillermo Ramos era uno de los incondicionales del Grupo EGI que se reunía todos los lunes en el barrio de la Candelaria de Caracas. Primero en el taller de reparaciones electrónicas de Tomás Mitxelena, un comandante de gudaris de ANV y después en casa de Jokin Inza (el gordo Inza), que era quien nos dirigía militarmente para que todo funcionara. El bergarés no se andaba con chiquitas y gracias a su mando en plaza y a su olfato reunió un equipo de ingenieros, bogados, constructores, periodistas y gentes generosas que sabían que emitir todos los días con un programa clandestino, superando la interferencia que nos ponía el franquismo, recibiendo QSL de todos los marinos vascos de los siete mares, era una labor necesaria para que la otra voz de la resistencia vasca se escuchase. Reuniones los lunes, repartir las quinielas en los bares de la Candelaria, tomarse unos chiquitos y unos whiskycitos tras la reunión, arreglar el mundo, preparar acciones y seguir la vida del Centro Vasco era parte de la vida de un Guillermo Ramos que nunca dejó de ser un activista de causa tan lejana. Con sus camisas floreadas, sus dichos venezolanos, este bilbaino sonreía y pensaba en su familia castellana que si supieran en quien se había convertido Guillermo, morirían fulminados de un soponcio.
Ramos era uno de los miembros de un equipo que, los sábados, visitaba en Santa Lucia (Macuto la llamábamos) a Ixaka Atutxa un gudari del Jagi Jagi que vivía en una caseta de esas de los mineros donde al lado de ella estaban los dos transmisores que J. J. Azurza había conseguido de la Shell. Los llamábamos Pedro y Pablo y habían servido para que desde Caracas, esta compañía petrolera se comunicara con sus refinerías de Curazao y Aruba. El equipo que iba a Macuto tenía la misión de entretener a Ixaka en su dura soledad, jugar al mus, dejarle ganar, llevarle cerveza y el play boy y escucharle sus historias de la guerra y de la Brigada Vasca y las jaculatorias que le dedicaba a Franco cuando ponía en marcha aquellos equipos. Aquel gudari era todo un personaje que había que cuidar y Guillermo con Jon Mikel Olabarrieta, Kepa Lekue, Iñaki Aretxabaleta, Paul Aguirre, Jon Gómez, López Mendizabal, Peio Irujo, Julian Atxurra, Félix Aranguren y varios más se turnaban en el empeño. Gracias a este trabajo, duró aquella emisora trece años funcionando todos los días. Solo dejó de hacerlo en junio de l977, tras las elecciones legislativas cuando se atisbaba la posibilidad de actuar democráticamente.
Guillermo era además un miembro muy activo del Centro Vasco de Caracas. Fue presidente de Euzko Gaztedi, del Centro Vasco, así como de la Junta Extraterritorial del PNV y de ELA-STV. También de la Federación Venezolana de Pelota Vasca y locutor de Euzko Deya el programa radial semanal en Radio Tropical del Centro Vasco. Y allí donde había un acto, estaba él con su camisa tropical, su bigote chorreado, sus comentarios agudos y su capacidad para reírse de todo y todos y de si mismo.Tuvo además una empresa donde empleaba a discapacitados para hacer ramplús(tacos).
En 1977 Juan Ajuriaguerra y Carlos Garaikoetxea viajaron a Venezuela para reconocer el trabajo que se había hecho Y estuvieron en Macuto viendo la vieja caseta desde donde se había transmitido todos los días noticias, editoriales, música y consignas para la Euzkadi perseguida. El Grupo de EGI y Guillermo agradecieron aquel gesto. No se había trabajado en balde. Posteriormente Iñigo Camino, en su época de director de Radio Euzkadi promovió la edición de un libro sobre La Txalupa escrito por los historiadores Leyre Arrieta y Rodríguez Ranz. La actual no ha reseñado la pérdida de Guillermo.
Su hija, Aitzbea Ramos Barreda me ha escrito y dicho lo siguiente:
“Hoy fue un día hermoso, mi ama y yo estuvimos arropadas por un montón de gente bella que fue a despedirlo y a apoyarnos en tan triste momento.
Entiendo la muerte como parte de la vida, y yo tuve la inmensa suerte de tenerlo en mi vida durante todos estos años, como padre y amigo.
Hoy me quedo con la satisfacción de que se ha marchado de este plano sin sufrimiento, lleno de amor, y por sobre todo con un gran "check mark" en la lista de sus últimos deseos "VOLVER A SU AMADO BILBAO, SU PATRIA", un Bilbao que se ha convertido también en mi hogar .
Lamentablemente no llegué a darle un beso de despedida, pero tengo la certeza de que de ahora en adelante no existirá distancia entre nosotros, llevaré su amor para siempre en el corazón.
Mi ama y yo estamos tranquilas, rodeadas de todo el amor posible en este mundo.”
No hay que añadir ni una letra más.
Iñaki Anasagasti Olabeaga
Algunos se creen que la historia de Euzkadi empieza con sus fantasías totalitarias marxistas y su empalmada con la revolución argelina. Iñaki Anasagasti nos recuerda cómo fuimos y somos la única Resistencia Vasca, no cualquier payaso bolivariano que a fuerza de fracasos históricos se ha convertido al Evomoralismo.
Por cierto, a ver si va haber que exiliarse otra vez como la familia de inaki anasagasti ?
http://www.alertadigital.com/2012/08/30/francisco-alaman-castro-coronel-del-ejercito-espanol-%C2%BFla-independencia-de-catalula-por-encima-de-mi-cadaver/
Beti gogoan!!!