Defendiendo su negocio

“Nuevos tiempos” viejas formas. El negocio Bildurti del Puerta-a-Puerta a través de su empresa-enchufe Garbitania Zero Zabor se ha convertido en la verdadera razón por la cual la autodenominada “Izquierda” y “Abertzale” ha claudicado ante el Estado y su legislación negadora de derechos.

No importa si los ciudadanos, incluso los que votaron a Bildu en un arranque de solidaridad con los “pobrecitos ilegalizados” –los mismos “ilegalizados” que boicotearon junto al PPSOE la posibilidad de que el Parlamento Vasco denunciara la Ley de Partidos ante el Tribunal de Estrasburgo- han mostrado de forma clara y rotunda su rechazo a esta forma de recogida (que no de reciclaje), si resulta más cara que la instauración del quinto contenedor, si va en contra de las recomendaciones europeas, pues el Atez-ate supone abrir nuevos vertederos..

No, nada importa frente a la posibilidad de hacerse de oro controlando a la vez el contratista y el contratado, siendo quien decide quién contrata a los operarios (aunque haya que despedir a trabajadores municipales para poner a los suyos) y quién se incrusta en la dirección. Quién reparte la pasta y quién se la lleva. Como les dijo el Alcalde de Arrasate, de Bildu, “Aunque consigáis 14.000 firmas, la decisión está tomada”.

Ya se puede desgañitar Laurita Mientegi con su propaganda, que más allá de su sonrisa Profident y de su mensaje único “yo soy escritora”, todos sabemos que lleva 25 años siendo candidata por Herri Batasuna, incluso en los años de plomo, que no ha sido capaz de decir nada a ETA y que toda su propaganda de la “participación ciudadana” es mentira.

En fin, todo un pelotazo que está pendiente de una investigación por parte del Tribunal Vasco de Cuentas por la opacidad y las irregularidades en la gestión y contratación del personal.

Y si para proteger su negocio hay que recurrir a reactivar a los camisas pardas, a los que protegen en la mayoría de Gaztetxes, pues se hace. De todos modos, esos mismos “jóvenes alegres y combativos”, amparados, financiados y protegidos por la clandestinidad y el anonimato que la misma “izquierda” y “abertzale” les ofrece, han sido los mayores contaminantes y emisores de dioxinas y purinas cuando la misma “IA” tan preocupada por el medio ambiente decidió que los contenedores de residuos eran el principal enemigo de Euskal Herria.

Ahora, ante la respuesta social a sus imposiciones fascistas y totalitarias, a sus corruptelas y negocios turbios, han decidido que los mismos que antes quemaban a discrección autobuses y contenedores a su toque de silbato, amenacen a Lourdes Idoiaga con la incineración, sabedores de que sus marionetas camisas pardas harán lo que ellos digan cuando ellos digan y, además, se comerán el marrón pues los dirigentes de la IA-Bildu no tienen ningún empacho en usarles y tirarles como siempre han hecho, como cuando el autobús quemado se pagaba a 7.000 pesetas a repartir en un portal entre los gudaris por el hachebero de turno.

LA IA, Bildu necesita este pelotazo desesperadamente. Lo necesita para financiarse, para enchufar a sus cuadros dirigentes y como medida a futuro para proporcionar puestos de trabajo sin cualificar a los exmilitantes de ETA en una futura excarcelación. Por eso, aunque se llenan la boca con la “participación ciudadana”, la voluntad de los vecinos se la suda.

Antes está su negocio. Y cuidado, que como ya avisamos aquí, llevan muchos tiempo de compadreo Bildu y el PSOE. Ambos necesitan lo mismo, ambos se necesitan mutuamente. El PSOE necesita que no se haga una auditoría independiente de las cuentas ruinosas que ha dejado en el Gobierno Vasco y Bildu está pendiente de una investigación del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas que le puede dejar en bragas.

Blanco y en bortella…