Jose Ramón Blázquez
Los desahogos emocionales son demasiado simples como para sustituir el juicio racional de los hechos. Supongo que en la noche del 21-O hubo un desbordamiento de alegría tras verse Euskadi liberada de una pesadilla que desaparecerá del todo antes de fin de año. Consumado el alivio pasional, conviene efectuar el descargo intelectual de cuantas maniobras propiciaron el asalto de López a la Lehendakaritza y que su dominio se prolongara artificialmente durante un largo e insoportable trienio.