Los derrotados en las elecciones pretenden presentar candidato a Lehendakari, en un patético intento de conseguir un nuevo espaldarazo mediático con el que disimular el rechazo ciudadano sufrido en las urnas.
Lejos queda aquél “respetaremos la voluntad de los ciudadanos”, motivado por sus fantasías oníricas de conseguir su objetivo principal: derrotar a EAJ/PNV en las elecciones. Tan lejos como su tan cacareada “participación ciudadana”, pues en aquellos municipios donde los ciudadanos se ven obligados a sufrir sus maneras dictatoriales –envío de fuerzas represivas inclusive, si se tercia- han sido precisamente donde han cosechado su mayor fracaso.