Para Laurita Mientegi, “su impresión de la política es peor que cuando empezó”.
Esta tía, o es gilipollas, o nos quiere tomar por tales, o lo que es más probable, tiene tan introducido el antebrazo de Joseba Permach en el recto que le está cortocircuitando el lóbulo frontal. Sólo así se entiende que su “impresión de la política” sea peor ahora mismo que cuando ella empezó, en los años de plomo, los 80, cuando en plena ofensiva de ETA se postuló como candidata por HB.
Entonces su impresión, no sólo de la política, sino de la lucha armada, la paz, la convivencia, los derechos humanos y los asesinatos de ETA era, al parecer, mejor que la de ahora. Entonces ni ETA ni la autodenominada “Izquierda” y “Abertzale” se planteaba un “ilusionante proceso”, ni mucho menos un “nuevo tiempo político”. Entonces estaban por la “socialización del sufrimiento”; Itziar Aizpurua ladraba “Alde Euskaditik” a los consejeros de EAJ/PNV, sus camisas pardas vomitaban “Gora ETA militarra!” por las calles y era de lo más ecológico quemar todo el mobiliario urbano a su alcance.
Esos son los tiempos en los que Laurita Mientegi, a.k.a. “yosoyescritora” empezó en la “política”, los mismos que le parecen mejor que los actuales, aquellos en los que se sentía reconfortada con su puesto de candidata por HB, cuando todos y cada uno de estos impresentables menospreciaban las instituciones de Euzkadi tildándolas de “Parlamentillo Vascongado”, cuando no de “hediondas poltronas” los asientos en los que se mueren por sentarse.
Entonces montaban el circo en el Parlamento, eso cuando se molestaban en acudir, porque cobrar bien que cobraban, aunque se tocaran los huevos durante cuatro años.
Ahora Laurita Mientegi va y dice que añora esos tiempos, cuando la política debía ser más limpia y honesta, cuando ella y sus secuaces fascistas, genuflexos a la estrategia militar de sus hermanos de Zumosol, aplaudían y justificaban asesinato tras asesinato y atentado tras atentado al grito de “ETA, herria zurekin!”
Porque en esa época Laurita Mientegi, la superescritora, jaleó todas y cada una de esas consignas y estuvo de acuerdo con la estrategia militar de ETA, de otro modo no habría podido ser candidata de HB. Y no se le conoce ninguna discrepancia ética, política o siquiera estratégica en las hemerotecas.
Laurita Mientegi añora esa época porque es lo más rancio, lo más fascista y los más arrastrado y lameculos de HB, por mucho que le hayan querido inventar una imagen falsa de cara a las elecciones. La realidad es que es la putita de Permach.
Y lo peor, aun siendo repugnante, no es que esta zorra barata vaya a soltar su speech en el Parlamento el día de la investidura de Iñigo, no. Ni tan siquiera que ya tenga planeada la estrategia para acostarse con el PSOE, qué va.
Lo peor es que consciente y deliberadamente unos cuantos miembros prominentes de EA y Aralar, por pura y simple supervivencia poltroneril, están dispuestos a hacer de de palanganeros de la bitch de Permach, y unos pocos más, resentidos patológicos, formatearán lo que les quede de cerebro cuantas veces hagan falta para justificar lo injustificable: que se han puesto con el culo en pompa con los euskofascistas por puro y simple odio, revanchismo y por joder a quien les da de comer (pues la mayoría de ellos son funcionarios): EAJ/PNV, aunque haya de destruirse Euzkadi para que logren su trempada.
Argi eta garbi esana.
Gauza bakar bat falta da esatea BILDU ESPAÑOL!!!!!!!!!!!
Pobre Laurita, que pena me da, cuando intenta explicar aquello que no tiene explicación alguna y encima se equivoca constantemente. ¡Que mal lo va a pasar en una legislatura que se le va a hacer muy larga y le va a envejecer a pasos agigantados!
txindoki
17:30 horas en la cámara, quince minutos de intervención y ya ha pedido «perdón», (bueno lo siento, ya que perdón no está en su léxico) tres o cuatro veces y las que vendrán, incluso se ha dirijido a Dios en una ocasión y como se ha dado cuenta ha dado la explicación de que su educación fué religiosa; je,je va atener que acudir hasta La Santísima Trinidad para salir de los marrones que se van a meter; ya sabes la falta de costumbre.
txindoki