Por Iker Merodio
En la campaña de las elecciones generales de 2011 entrevisté a Aitor Esteban en Onda Vasca porque era el único diputado vasco que se presentaba a la reelección y que había estado usando, por iniciativa propia y de un modo autónomo, las redes sociales digitales. Twitter, sobre todo, para hablar de política, y Facebook para mantener sus contactos con en el extranjero. Recientemente, y por su nombramiento como portavoz de EAJ-PNV en el Congreso de los Diputados, el departamento de prensa del grupo decidió abrir una página en Facebook, como ya hicieran con Josu Erkoreka.
Aitor Esteban tiene una visión de la política que me gusta: la de tomarse ésta como un servicio público, es una persona accesible y honesta, que te cuenta las cosas como las ve, y que siente que ese ejercicio de accesibilidad y sinceridad es inherente a su labor de representación de los vascos. Pero sin zarandajas con el sobrenombre de “open”: la política es así, o así debería de ser, desde siempre y para siempre.
Aitor y yo hemos conversado en público, por medio de Twitter, y en privado, por medio de mensajes, sobre esta transparencia de los y las políticas, el asunto de los iPads, etc., y no siempre estamos de acuerdo. De hecho, él defiende el rigor que aportan los políticos profesionales y yo, aunque reconozco el acierto de muchos de sus planteamientos, sigo prefiriendo a los profesionales políticos.
Pero si alguna vez me ha parecido totalmente acertado Aitor Esteban fue ayer, en el texto que escribió para Deia: “La Sombra de la Sospecha“. Resulta especialmente sugerente su lectura sobre por qué el PP impulsó unilateralmente recortes en la financiación de los partidos políticos:
“No era de extrañar que el PP pudiera permitirse hacer semejantes recortes en las subvenciones públicas. Iban sobrados por otras vías”.
También suscribo cada letra de un párrafo en el que muestra el nudo de la cuestión:
“Y no vale que ahora se abogue por un pacto contra la corrupción entre todos los partidos políticos. Como táctica, es astuta: hacer creer a la sociedad que todos están metidos en el mismo fango, son lo mismo y actúan de la misma manera. Pues no, que -como dijo la señora Cospedal- cada palo aguante su vela. Y quien tiene un problema aquí y ahora es el PP. No los demás. Aclárese y después ya hablaremos de lo que tengamos que hablar en el plano legislativo. No antes”.
En efecto, el PP tiene un problema muy severo que, además, no están sabiendo afrontar, porque la ciudadanía no encuentra respuestas a las preguntas clave:
1. ¿Existieron esos sobres con los que entraba dinero al PP y con los que en Génova pagaban sobresueldos y compensaciones a sus representantes y asociaciones del entorno como Basta Ya?
2. ¿Por qué algunos empresarios decidieron avenirse a esta práctica, y cómo se sistematizó dentro del PP el reparto de billetes que no se declaraban?
3. ¿Por qué en el PP insisten con que van a enseñar las cuentas declaradas cuando se está hablando de lo no declarado? ¿Se creen que no nos damos cuenta de dónde está el truco? ¿Por qué intentanengañarnos?
4. ¿Cuánto dinero negro ha manejado Luis Bárcenas como tesorero del PP si consiguió desviar, a sus propias cuentas, hasta 21 millones de euros, según algunas fuentes, a Suiza, sin que nadie se percatase?
5. Si alguien lo supo (porque alguien tendría que cazarlo, 21 millones de euros es mucho dinero para que nadie se entere), ¿por qué no hizo nada? ¿Cuánto dinero repartió para que se le perdonara que se le quedaran tantos millones entre las uñas?
6. ¿Nadie en el ministerio de Hacienda notó nada sospechoso cuando el tesorero del partido político al que pertenece el propio ministro blanqueó, gracias a la amnistía fiscal, más de diez millones de euros? ¿Por qué lo negaron después? ¿Por qué Montoro no dimite si le hemos pillado intentando tapar al tesorero de su partido?
7. ¿Por qué, después de todos lo sucedido y publicado, hay algunas personas dentro del PP que aparecen en los papeles de Luis Bárcenas que reconocen que las cuantías y las fechas son exactas, y que sí, recibieron ese dinero en sobres, mientras Rajoy, Cospedal y González Pons lo niegan?
8. Si en el PP piensan que la política es una profesión que tiene que estar especialmente bien pagada, y para eso son capaces de recurrir a una financiación y un reparto de sobresueldos ilegal, supuestamente ¿por qué están recortando oportunidades y garantías del sistema en Castilla-La Mancha, donde han reducido quitado el sueldo a los representantes de la ciudadanía, en Madrid, donde han anunciado un recorte en el número de diputados, en Euskadi, donde Basagoiti propuso hacer lo mismo, y en toda España, donde reducen subvenciones a los partidos que tienen que dejar de contratar a agencias de comunicación, prospección sociológica, administrativos, etc., como denuncia Aitor Esteban?
9. Si en el PP consideran que un sueldo verdaderamente justo es tan alto que tiene que sumarse dinero en “B” a los holgados emolumentos de los representantes públicos, ¿por qué se empeñan en cometer lainjusticia de restar constantemente poder adquisitivo, incluso por medio de una mayor carga impositiva, a la ciudadanía? ¿Acaso los políticos del PP consideran que solo los políticos del PP pueden vivir con cierta holgura? ¿Con qué legitimidad va a perseguir este gobierno español el fraude fiscal?
10. Y Aznar, ¿fue el único que al que Luis Bárcenas no entregó un sobre con dinero?