Ha fallecido nuestro compañero jelkide y alderdikide el Doctor Iñaki Azkuna.
Ha tenido una larga trayectoria política, cuyos capítulos más relevantes arrancan desde el mandato del Lehendakari Jose Antonio Ardanza, con quien fue Consejero de Sanidad, y uno de los principales artífices de que Osakidetza sea el referente del sistema de salud pública del que disfrutamos los vascos.
Posteriormente tomó el relevo a Josu Ortuondo en la alcaldía de Bilbao, donde le tocó continuar con la labor de regeneración de una ciudad –la más importante de Euzkadi-, finalizando proyectos como el Metro, el tranvía, el Guggenheim…
Y continuar la labor de convertir una ciudad gris y deprimida en un referente mundial, hasta tal punto que ejerció de anfitrión de autoridades de lugares de relumbrón, de esas que salen en los documentales, como Liverpool, ciudad que he visitado y que, comparada con Manchester, que está a escasos 50 kilómetros, parece salida de un episodio de The Walking Dead, cuando venían a aprender cómo se regeneraba una hecatombe económica, industrial y social.
Probablemente ésa fuera la labor a la que estaba predestinado: ser el primer edil, y el mejor alcalde del mundo.
El reconocimiento a su extraordinaria labor trasciende fronteras políticas, así lo hemos venido constatando desde que ayer por la tarde se anunció su fallecimiento, aunque, interesados, loaban su figura destacando sus “enfrentamientos” con su –nuestro- Partido.
En el Partido Nacionalista Vasco no hay “dos almas”.
Hay 30.000, una por cada afiliado. Posiblemente, los que no saben ni deletrear la palabra “Democracia”, lo ignoran.
O los que utilizan como excusa una militancia política infantil para justificar su aborregamiento y seguidismo acrítico e incondicional a los caprichos de la Mesa Nacional de turno, refugio del lumpen más hediondo y de los “valientes” de la ciberborroka –siempre bajo el anonimato, ya sea con capuchas o con multinicks en Internet-, simplemente lo desprecian como si fuera una debilidad.
¿Debilidad? La mayoría absoluta de EAJ-PNV en Bilbao con Azkuna, o el hecho que desde la democracia siempre haya habido un alcalde nacionalista en la Villa, demuestran la fortaleza del Partido en el que militó hasta su muerte Iñaki.
Quizá por eso ayer por la noche la hedionda escoria hachebita/bildurti festejó con cohetes en Santutxu y en las Siete Calles el fallecimiento de Iñaki.
Quizá por eso la misma escoria hachebita/bildurti, la misma que esperó durante años en vano que asesinaran a otro jelkide y alderdikide para también echar cohetes, el exconsejero de Interior Juan Mari Atutxa (siete veces intentaron matarle) y, como pago a su defensa de la dignidad e independencia del Parlamento Vasco, ése al que se negaban a acudir pero del que exigían la pasta correspondiente a los grupos parlamentarios sin dar un puto palo al agua, le vetaron miserablemente como presidente de la cámara, aunque la defensa de los intereses de esa gentuza, que no se lo merecía, le costara un juicio penal y la inhabilitación, esa misma escoria, decía, inunda desde ayer la Red con insultos y celebraciones por su muerte.
No pudieron con él en vida, no se atrevieron con él en vida y, ahora que ha muerto, sí se atreven a defecarse en su cadáver.
Valientes “gudaris” hijos de puta.
Pues bien, como decía en Facebook, visto vuestra hedionda putrefacción moral, QUE LES DEN POR EL CULO A VUESTROS PRESOS. Que se pudran en el mako lo más lejos posible de este país, Euzkadi, al que contamináis con vuestra asquerosa presencia.
Y si la palma algún mierda de vuestra secta, brindaré con champán el que haya un mierda hachebero menos.
Goian bego!
Goian bego, Iñaki!
Goian bego Azkuna jauna, eta erabat ados, zuk esandakoarekin presoi buruz, Lorth, nik ospatuko det horietariko putakume bat desagertzen den bakoitzean..
Gracias Loth Needa por el articulo y por el dato que los batasunos echaron cohetes cuando murió Azkuna.
Azkuna fue lo que han sido siempre los mejores de los políticos jeltzales, un bienhechor de su ciudad y sus ciudadanos, que gobernó para beneficio de amigos y enemigos.
Goian bego, Gora Euskadi askatuta.
gran pérdida…ejemplo de honestidad y trabajo..dignidad institucional y personal.