El 20D seguramente suponga un cambio en la historia reciente de España, que, dicho sea de paso, como historial electoral y democrático, es bastante escaso, a la luz de otros estados o naciones de su entorno. Pero obviemos este hecho, y centremos el análisis en lo sucedido y no en la historia. Al menos la lejana, la anterior a 1978 en la que, para algunos, comenzó absolutamente todo. Antes de eso, la nada. Un páramo. Obviamente de manera interesada. El pasado es terreno pantanoso. Para algunos más que para otros. Dicen que el bipartidismo se ha acabado. Pero absolutamente todos hacen el análisis en dos bloques, y entre los dos bloques, suman tanto como el bipartidismo sucedido o sufrido hasta ahora. Veamos lo sucedido en el país de los vascos, y veamos un poco lo demás. Aún sin agotar el tema. Nadie es perfecto. Y nadie tiene por sí toda la verdad.
Primeramente vayamos a 2008 dado que los resultados y sus consecuencias son medibles. De que le sirvió al PSOE lograr 9 escaños en el país de los vascos, ganando, de calle, en los tres territorios históricos, incluido en Bilbao, con 430 mil votos? De que en 2010 fuera urgente el concurso de los 6 diputados y 306 mil votos que logró, casi como ahora, EAJ / PNV. Y se hizo un pacto beneficioso para Euskadi. En el que los votos al Partido Nacionalista Vasco resultaron, una vez más, decisivos. Y esa victoria socialista, tan pronto que vino, se fue, y a pesar del pronóstico de extrapolación de las elecciones de marzo de 2008, generales españolas, a las del Parlamento Vasco de marzo de 2009, el PNV, en un escenario difícil, logró vencer por 5 escaños de margen y varias decenas de miles de votos. Y es que de unas elecciones no se puede extrapolar otras. Y más con el tratamiento mediático acaecido. O sufrido.
En un pronóstico personal, aparte de encuestas varias, que las ha habido, sugerí el siguiente reparto: EAJ/PNV 6 escaños, eHBildu 4 escaños, Podemos 4 escaños, PSOE 2 escaños y PP 2 escaños. Y 9 senadores para el PNV, los primeros 3 de cada territorio. Y los resultados han sido EAJ/PNV 6 escaños, Podemos 5 escaños, PSOE 3 escaños, eHBildu 2 escaños y PP 2 escaños. Y el PNV ha logrado los 3 primeros senadores de Bizkaia y Gipuzkoa. Podemos los 3 primeros de araba. Por no ser personalista, me dicen otros que no es un pronóstico tan alejado de lo que efectivamente ha sucedido. Y parece un comentario acertado. EAJ/PNV sigue siendo la primera fuerza política vasca, con grupo propio, y esos 302 mil votantes, frente a los 316 mil que ha logrado podemos.
Alguno dirá, con razón, que hay que analizar en detalle, pueblo a pueblo, resultado a resultado. Y estoy seguro que cada Uri Buru Batzar, cada Batzoki, se hará cargo y responderá a ese análisis detallado donde corresponde, es decir, frente a su asamblea municipal. Esa es la fortaleza del Partido Nacionalista Vasco, sus 200 batzokis, que no por ser sedes inertes e inermes, sino hogar de otras tantas organizaciones municipales, con sus juntas, con sus actividades culturales … esa, su gente, es el alma y la vida de un partido que, elección tras elección, genera resultados muy buenos, se trate de la elección que se trate. Aún, como se ha señalado, en la derrota, como en 2008, en aquellas generales. Con una trayectoria, pudiera decirse, equilibrada. No como otros, que son verdaderos dientes de sierra.
A primera vista se podría decir que el que de aquella Amaiur a esta eHBildu se haya dejado por el camino sobre la mitad de los votantes se puede interpretar de aquella manera que diría que es la mitad de votantes antisistema que en aquella ocasión vieron como referente a la sucesora de la HB histórica que nunca iba al congreso, como referente de la presunta ruptura del “régimen” del 78 (en Gipuzkoa se ha visto en las instituciones entre 2011 y 2015 lo levantiscos e independentistas y republicanos que eran, con hechos) y ahora lo han visto en un podemos referente lanzado por los mass media del estado. Es una opción. Que sin duda deberá ser mejorada y complementada. Pero está claro que los que creían que iban a ganar las elecciones, no han logrado sino menguar su representación, dotando de coyuntural los resultados de 2011. Así se ha visto.
Entre los partidos de ámbito estatal, las franquicias clásicas, PSOE y PP, viendo el histórico de representación en el País Vasco, pasar a 5 entre los dos de entre los 18 representantes refleja el peso real que han devenido a tener. Y es que se puede ver la presencia de 7 concejales del PP en Gipuzkoa. Y sólo 2 alcaldías en Araba. En la Rioja Alavesa. Y se ha podido corroborar que C’s, que sólo tiene 2 concejales en este país. Con el actual discurso antiforal y anticoncierto no logrará muchos éxitos, precísamente, en tierra de vascas y vascos. Obvio el hecho de que UPyD ha dejado de existir. Seguro el abogado que negoció la ruptura de las negociaciones con C’s está reflexionando sobre aquellos días, y sus actuales consecuencias. Como Alberto Garzón y su IU-UP que tampoco ha logrado nada en el país de los vascos.
El señor Maura, hijo del que fuera parlamentario del PP, luego de UPyD y actualmente de C’s, que es diputado electo por podemos por Bizkaia ha afirmado en la noche electoral que el tablero electoral vasco previo está roto, y que lo que tenga que venir es completamente nuevo y diferente. Bueno, es mal comienzo, pues obvia el espacio que entre 1991 y 2009 ocupara la Ezker Batua Berdeak liderada por Javier Madrazo (hoy militante de podemos). Ya se verá lo que tenga que venir, pero prejuicios y triunfalismos son malos, los incurra quien los incurra, y es una valoración, la que se haga en caliente, la que se puede equivocar más. Por ello es necesario equilibrio y mesura. Adanismos no, gracias. Un nuevo pluralismo, si, es posible. Y es que, como dijo el portavoz del grupo vasco en el senado, ya con los senadores de podemos, con el grupo con el que más han coincidido, citado del ABC, es entre el grupo vasco del PNV y los senadores de podemos, en un 63% de las ocasiones. Sirva el ejemplo de que, con cualquiera, sobre elementos concretos, sobre el papel, es posible el acuerdo.
El caso vasco el 20D es una isla, más o menos centrada, de previsibilidad electoral. A diferencia de otros escenarios. Como el navarro, en el que Geroa Bai logra un senador, pero UPN-PP logran los 3 primeros. Y 2 diputados, como el PSOE, que mantiene lo que tenía en 2011. Son los dos diputados de Geroa Bai y de Amaiur los que pasan a ser de podemos, en navarra. Una valoración que cedo gustoso a navarras y navarros. Uno no está capacitado para hacer todo y de todo. Y Navarra el 20D es uno de esos ejemplos. Alguien pensará, eso si, que igual hubiera sido mejor ir con podemos en coalición como en el senado. Y se equivocaría de medio a medio. Y es que, cada proyecto, allí donde es más necesario, que es al congreso, debe transmitir sus ideas y sus propuestas. Y seguro que los más de 30 mil navarras y navarros que han apostado por Geroa Bai podrán ver reflejadas sus aspiraciones en propuestas que alcancen el congreso, aunque su voz no esté, por ahora, presente físicamente en el hemiciclo, de manera directa e inmediata.
Los hay que afirman que el éxito mayor de podemos en el estado ha estado en las nacionalidades, es decir, en las naciones, que, aparte de la española, componen el estado español. Ahí están los resultados con la marea gallega, con en comú de catalunya o la coalición con compromis en valencia. Y el resto, en España, estaría, dicen, más desdibujado el asunto. Habría que analizar el asunto como debe. Y alguien lo hará. Y por partes. Y es que se presentan los 69 diputados de podemos como una unidad. Como si fueran a ser un único grupo parlamentario. Y eso sería una traición a gallegos, catalanes y valencianos. Que son los que concurrieron con siglas propias, con podemos dentro, sí, pero aparte. Ahí está el ejemplo gallego, donde el histórico BNG con otros partidos nacionalistas y galleguistas no ha logrado alcanzar representación con su candidatura NOS. Ahí está el ejemplo valenciano donde la condición sine quanon de hacer la coalición era tener un grupo valenciano en madrid. Y el éxito de la coalición deberá ser bien analizado por la necesidad de la pervivencia de un nacionalismo valenciano con voz propia, identidad propia, diferenciada, y con capacidad de liderar el futuro del país. Y está, como no, el caso catalán.
La CUP no se presentaba a estas elecciones. Hasta hace 4 días no se presentaban ni a las elecciones catalanas. Sólo municipales. Y ya. Y dicen que sus votantes han apoyado las listas de En Comú, en la que estaba Colau, iniciativa y podemos. Es decir, los mismos que CatsiQuesPot de las elecciones catalanas de septiembre de 2015. Resulta curioso que la primera reacción de las cup, que estaba dispuesta a aceptar el liderazgo independentista de Artur Mas, afirme que los resultados del 20D en unas elecciones generales españolas en Catalunya (ver el historial electoral, con toda la fuerza ejercida sobre todo por un PSC el 20D sucedido claramente por una debil victoria, con la mitad de escaños que Chacon en 2008, por ejemplo) deben suponer un cambio sustancial y fundamental para las negociaciones del nuevo gobierno catalán. Una locura. O no tanto a la luz de ese aforismo de nuevo cuño que diría que si españa fuera roja, la independencia no tendría sentido. Una vez más la contradicción primaria y secundaria del marxismo. Que igual explica alguna cosa más que esta, no sólo en Catalunya. Ya veremos. Es absurdo unir ambas cosas. Pero algunos están empeñados en hacerlo.
C’s a nivel del estado español, con esos 40 escaños, sabe a decepción y fracaso. El PP ha perdido 60 diputados. Mucho más de lo que C’s ha recibido. Y según el CIS iban a recibir, en votantes, sobre 2/3 de sus votos provenientes de PP y de UPyD. Cada cual que ponga ahora los adjetivos oportunos. Ha sido una operación mediática de año y medio de duración, desde las elecciones europeas de 2014. Una campaña contínua, semanal, televisada. En 2015, se puede comprobar, Abert Rivera tuvo una intervención cada 3 días en alguna tertulia del estado. 120 días. Con razón el resultado conseguido sabe a muy poco. Y parecido se puede decir con podemos, entendiendo que hace no tanto, decían, estaban casi cabeza con cabeza con un PP que casi les dobla en escaños. El bipartidismo ha muerto. Pero goza de buena salud. Alfonso Guerra dijo que se arrepentirían pronto. Ya se verá si eso. Lo que está claro es que Albert Rivera felicitó a Antonio Ferreras, concuctor de Al Rojo Vivo, y pareja de Ana Pastor, la de el Objetivo, por su apoyo informativo a los “emergentes”. Partidos como C’s, que tienen 10 años, que no presentan la documentación adecuada al tribunal de cuentas (catalán) y ya fueron a las generales de 2008 y a las europeas de 2009 con partidos de extrema derecha, sin comerse un rosco. Memoria histórica. Y presente, porque el cabeza de lista por A coruña afirmó sin ruborizarse que su único cartel electoral era Albert Rivera. Hasta en la sopa. Y una única receta para toda España. Y si eso, pensarían propuestas concretas sobre y para A coruña y Galiza a partir del 20D. Es decir, tras las elecciones. Cuanta necesidad hay de la abolición de la prohibición del mandato imperativo. El mandato imperativo es la respuesta a, por un lado, el programa electoral se cumpla, y, por el otro, establecer una vinculación permanente entre el elector y el elegido. Y que el segundo se deba al primero, siempre.
A partir de ahora ya se verá que opciones de gobernabilidad hay en el marco del estado español. Hay quien veía nuevas elecciones ya. O dentro de año y medio o dos años. Ya se verá, pues los hay muy aventurados. Y sobre todo, con la necesidad de llenar minutos de programación. Hay muchos modelos, muchas opciones, pero la correcta será, la que se acuerde en el congreso de los diputados con la nueva composición de la nueva legislatura. Y aúnque no están acostumbrados, no ya a gobiernos de coalición, sino a acuerdos de legislatura de dos o más partidos, tendrán que aprender y acostumbrarse, como todo, caminando. Sin duda, España, es un estado plurinacional. Somos diferentes. Y lo saben. Sobre la base de ese reconocimiento, el respeto, el reconocimiento, sustentado en la disposición adicional primera, derogatoria segunda y transitoria cuarta se puede construir una relación más amable, en la que vascas y vascos puedan comprender que el español es un estado en el que puedan convivir como una nación. Ahí estará el grupo vasco, para hacer posible la defensa de derechos y libertades de vascas y vascos. El futuro no está escrito, se puede cambiar. Y seguramente, el futuro de España, ha cambiado. Caminando ya veremos hacia adonde se dirigen los pasos. De momento, que 2016 sea un año mejor que 2015. Un buen deseo, con buenos propósitos.