Energía es lo que mueve el mundo. Pero no se vincula lo que cada uno hace en su casa con las grandes productoras de energía del mundo, por ejemplo, en el carbón, en el petróleo, en el gas, y en lo que venga en el futuro. Se hablaba mucho acerca de como los Estados Unidos (siempre obviando los imperialismos depredadores de Rusia o China, sea en Venezuela o en África, porque patata) va conquistando mundos para saciar su insaciable apetito de hidrocarburos para poder seguir engrasando sus industrias en América.
Pero es que no sólo lo haría por eso, sino para que en cada casa pueda haber un microondas que funcione, las televisiones, los ordenadores, las neveras y cuantos electrodomésticos existen. Que, dicho sea de paso, cuando se va, se dice que se ha ido la luz, pero es más que eso. Se mantiene de cuando lo único eléctrico era la luz. Recuerdos del pasado, memorias del futuro.
Nos encontramos contrarios del fracking. Recuerdo un anuncio en el canal 8 venezolano, el público. Contra esa práctica, en los Estados Unidos. Pero no por motivos ecológicos, que ni estaban ni se le esperaban. No era para defender el buho moteado. Ni por principios políticos. Era porque de mantenerse, era un siete contra su empresa Citgo, subsidiaria de la petrolera PDVSA. Y lo decían clarito. Por eso cuando venimos a Europa y vemos que hay lugares donde puede haber gas, pero se procura confundir la prospección con la explotación, el mirar si hay algo, con sacarlo, se evita entrar en debates interesantes, como el del bienestar, la legalidad, los costes, y las implicaciones. Podemos saber y no sacar. Miren “Pozos de ambición” y lo que le dice al final el personaje de Daniel Day Lewis al de Paul Dano. Tener obsesiones ideológicas y dogmáticas tienen consecuencias. En el mundo real. En la gente, en sus casas. Y en la riqueza del territorio, y su potencial de prosperidad del futuro.
El mundo cambia, y siempre cambiará, queramos o no. Dicen que el mundo de los combustibles fósiles es pasado. Aceptemos pulpo como animal acuático y de compañía, por más que el peak oil, el punto desde el que se iban a superar el volúmen de campos retirados respecto a los descubrimientos, iniciándose el declive, cosa que ha tenido sus problemas y merecidas críticas respecto al modelo de los años 70. Pero bien. El modelo resultante puede ser el helio 3, siempre que podamos hacerlo barato, de traerlo desde la Luna. El hidrógeno, que tiene 3 posibles caminos, dependiendo la “limpieza”. La electricidad, como en los coches, que, curiosamente, ya se hacían en el siglo XIX, pero no funcionaron, hasta el siglo XXI. Pero en el ínterin, de antes a después, a cosas como la fusión nuclear (algo como lo que sucede en el núcleo del Sol) con proyectos como el que se desarrolla en el sur de francia, el proyecto Iter, con importante presencia de la UE, pues hay que contar con energías de transición. Como el gas natural. O la energía nuclear.
Si, la energía maremotriz, solar, eólica, geotérmica, están ahí, pero el mix energético de un país, debe incorporar varios elementos. No debe ponerse todas las manzanas en el mismo cesto. Y mientras no se pueda hacer reserva de energía, por ejemplo, en forma de hidrógeno, que consumir, que son modelos interesantes, pero en delineamiento y sobre la tabla de dibujo hoy, hay que seguir consumiendo energías como el gas natural, y a poder ser que no haya que importarlo desde Kuala Lumpur, porque eso cuesta dinero, y España gasta un dineral importando hidrocarburos. Por eso la energía nuclear es un modelo ideal, porque en su cuarta generación, como diría operador nuclear (sigan su cuenta en twitter), está a un palmo de ser una energía limpia y renovable. Una energía verde. Aunque sea de fisión nuclear. Y no hay que perder de vista que si bien un país como China es el que más paneles solares pone (eso sí, miren que se hace con el terreno para plantar los paneles), los que más energías de este tipo usa, es el que más número de centrales nucleares de fisión está proyectando, hasta el número de más de cien en los próximos años. Y es que ni Chernobil ni Fukushima fueron culpa de la energía nuclear. Revisen. Y a cada cual, lo suyo. Ni más ni menos.
Y esto es porque nadie quiere renunciar a su gasto, energético se entiende. De no tener lavadora y lavavajillas. El coche. Vamos, todos los elementos. El asunto está en conectar un extremo con el otro. Y no caer en la hipocresía. Para sostener el actual modelo social, nuestros hogares, y todo lo demás, hay que generar energía, y tiene costes. Unos que hay que asumir, no poniéndose la venda en los ojos, y decir buenismos sin sentido, pero sin renunciar a lo propio. El comportamiento personal tiene reverberancias en lo global. Eso era lo de pensar en local actuar en global. Responsabilizándote a ti, a ti y a ti de lo que hacéis en vuestras vidas. Y a partir de ahí, hablamos de como se logra. Si es posible. Porque el club de Roma, en los años 70, hablaba de decrecimiento. Y se puede, desde ciertas posiciones pseudo progres brindar por ello, sin saber que consecuencias tiene. Sin traducir su aplicación en la vida de cada uno. Y ahí está la madre del cordero. Y aquello del empoderamiento personal. No hay derechos sin obligaciones. Y no hay futuro sin sociedades libres para una patria libre. Si eso se pone en marcha, no hay nada que pare esa energía.