HIPÓCRITA
Esa mirada de desprecio hacia el resto del mundo va contigo desde siempre, como si perdonases la vida a cada latido de tu podrido corazón. Tu prepotencia pasa los límites que cualquier chulo de barrio impondría a su alrededor. Tu estulticia es supina o quizá la aparentas para querer dar pena a los que te rodean y veneran y tu provocación tan sólo es comparable a la de ese borracho que no es capaz de calcular las consecuencias de sus actos.
Iñaki, de verdad que me das pena, al margen de asco claro. Siempre has sido prepotente, chulo, provocador y tonto. Desde que entraste en la cárcel quisiste mangonear a todo quisqui (díselo al pobre de Otegi que te tenía como chepa y mosca cojonera cuando era ordezkari en Meco), como la cosa no salía como tú querías fuiste creando mal ambiente en todas y cada una de las cárceles que te trasladaban y como tampoco conseguías lo que buscabas arrastraste a tus compañeros en protestas estériles acompañadas de huelgas de hambre (debes de ser el que posee el record de huelgas de hambre en menos tiempo). Recuerda como eras el paladín de la guerra encarnizada contra los funcionarios y la Institución Penitenciaria:
- No había que tener trato alguno con ellos
- No había que acceder a nada que ofreciesen
- No había que obedecer
- No se recurría ningún parte disciplinario, aunque fuese injusto
- No se hablaba con el Juez de Vigilancia
- No se aceptaban redenciones bajo ningún concepto
- Nada de terceros grados, ni condicionales; ni para los enfermos
- Hay que cumplir la pena hasta el final
Todo esto con la amenaza de que aquél que aceptase alguna de estas situaciones, colaboraba con el enemigo y era un traidor y HE AQUÍ QUE TÚ HAS TRAGADO TODAS Y CADA UNA DE ESTAS MÁXIMAS (de lo contrario, mírate al espejo y si tienes testiculina contéstate por qué has conseguido doce años de redenciones).
Ahora te quejas amargamente de que no te quitan ojo de encima. ¿Qué esperabas imbécil, que tú tuvieras derecho a darporculo a todo dios y que el resto del mundo respetase tus derechos más sagrados? Esto corrobora mi tesis de que eres un tonto del culo.
De todas maneras y aunque ya lo sabrás, aunque te hagas el despistado, tus “compañeros” de dentro y del exilio están contigo la mar de contentos, sobre todo porque has facilitado con tu actitud chulesca y provocativa la línea de machaque para ellos y la pena añadida de años de cárcel y ahora de extrañamiento.
A lo dicho, al margen de los calificativos emitidos, suaves, por cierto, ERES UN HIPÓCRITA.
Antes eran los peinados de colorines y la verborrea fácil y justificada de ansias de poder; la sonrisa en la cara y las buenas palabras sociales. Cuando fue Consejera del Gobierno Vasco, le lanzó su equipo aquella frase de “ven y cuéntalo” y ella la repetía por todas las Españas, cual papagayo cualquiera. Entonces en el PSE se acompañaba de ilustres como Mario Onaindia +, Teo Uriarte, Aulestia y unos cuantos más, antiguos miembros de ETA(pm), los cuales arrastran bajo sus espaldas más de la mitad de los muertos en la historia de ETA y a los cuales jamás he oído pedir perdón a sus víctimas, (incluso ocultar – sin reivindicar – alguna acción terrorista como la de la Cafetería Rolando de Madrid) y por otro lado con sus ex compañeros de partido condenados e implicados como galosos: ramboreneas, sancristobales y compañía.
Entonces no te rasgabas las vestiduras ni montabas en cólera pidiendo al Gobierno que se menease con urgencia para cambiar las leyes (claro, tenías a tus amigos etarras a tu lado y no era cuestión de salirte del tiesto) y ahora te lanzas en contra de tus ex compañeros de partido y les exiges que tomen cartas en el asunto sin demora.
Tampoco te he oído exigir al PP explicaciones de porqué le han dado a De Juana casi 12 años de redenciones desde el 96 al 2004, (Instituciones Penitenciarias, por un lado y Jueces de Vigilancia, por otro). ¿A qué has esperado?, ¿a tener los hechos consumados? Yo esperaba que una buena parlamentaria como tú dices que eres, hubieses sido más lista y por supuesto, un poco más trabajadora y menos figurín
Pobre rosa de pitiminí, cada día eres más falsa e hipócrita.