Dejadme augurar algo que va a suceder en las próximas horas. De esta manera tan de tarotista de las pasadas madrugadas de las cadenas generalistas comienza, en paralelo a la celebración del año nuevo chino, alguien que fue alguien en el pasado, pero ahora, quiere volver a serlo, o no. Su gastada juventud, no en drogas y alcohol, como el personaje de Andrés Pajares, sino en agitación y propaganda. ¿Y que dice? Pues cosas relacionadas con la afrenta de Ucrania contra la madre patria rusa. Pues lo mismo que Polonia, atacando inmisericordemente a Alemania el 1 de Septiembre de 1939, como bien tituló el diario ABC, en España.
Empieza por situar la realidad bajo esquemas clásicos de la vieja guerra fría, entre rusos y americanos, entre estadounidenses y soviéticos, sólo que la URSS cayó el 25 de diciembre de 1991, pero la continuidad del concepto zarismo es la misma, ahora con el heredero no romanov y tampoco comunista, el Zar Putin, defensor de la oligarquía de un país con menor renta per cápita que Rumania, y menor PIB que Italia, llamado Rusia. Obviamente para el Ucrania es un factor menor, que importa tanto como Checoslovaquia en la reuníon de Munich de mediados del año 1938, la que fue una humillación para la historia y además no impidió la guerra. Pero sigamos. Porque dice que ya no es político y que ya puede decir la verdad. Supongo que es evidente que hay que inferir en sus palabras que cuando era cargo público era un mentiroso compulsivo, sea por convicción o por conveniencia. O ambas. Da igual. Lo que ahora no tiene un pase es decir que no sea político, porque eso somos todos, en base a nuestros derechos y deberes reconocidos en múltiples documentos. Otra cosa es que ahora se represente a sí mismo y a la unidad. La de los suyos, claro, que entre los liderazgos de Yolanda, de Irene, de Ione, con Alberto danzando y Santiago inquietándose, hay mucho gallo para tan menguante corral. Quizás por eso es bueno dar aire a cosas de fuera de las fronteras de su país.
Las relaciones internacionales son cuestión de intereses. Claro. Como con las personas. Pero también de ideología. Como todo lo demás. Porque son motivaciones en base a ideas trabajadas las que “obligan” a los países (y las empresas y las personas) a actuar en defensa de lo que creen y consideran correcto. O lo que creen que les pertenece. O para justificar visiones trascendentes, como las que solapan el actuar de Nicolas II, de Stalin o de Putin, ambos sobre el mismo surco geopolítico, bajo el prisma de la misma ideología geoestratégica. Dice que es muy dificil encontrar buenos y malos. Lo que sorprende es que luego se suele tender a pensar que hay un imperio realmente existente, y otros que ejercen el imperialismo de manera contumaz, se les niega tal categoría por ser benéficos para la humanidad. La URSS en su momento, y ahora China. Blanqueando de paso todo su actuar criminal, del que si se acusa con fruición a la potencia yankee. Y se mete contra la OTAN y su otrora compañera del consejo de ministros, haciendo como si no hubieran sido amiguis hasta hace nada. Bueno, se les supone, ahora también, pues sigue habiendo gobierno de coalición. ¿O no?
Resulta enternecedor recordar que piensa que la organización atlántica únicamente defiende los intereses estadounidenses, pero en la época de la guerra fría coincidían con los de los europeos occidentales, pero ahora ya no, por supuesto. Gloriosa finta para justificar algo sin necesidad, pero para seguir con el mantra. Que se está jugando si Europa pinta algo en la negociación o no. Y para eso no se necesita reconocimiento de nadie. El asunto será interno, a los actores no se los reconoce primero y luego cogen empaque. Es justo al revés. Su inevitabilidad por los activos internos “obliga” a tenerse en cuenta a esa parte. Y para eso el debate es únicamente europeo. Otra cosa es la hipotética adesión de Ucrania a la Unión Europea. Si hasta Kazajistán estaría encantada con esa adhesión y sólo tiene desde el río Ural a occidente un pequeño trozo, algo mayor, eso sí, que el de Turquía, en la Europa continental. Pero hablar de eso no interesa, pues Francia congeló cualquier ingreso por lo de Hungría y Polonia. Pena, porque haber, hay cosa y lista de espera para ingresar en la Unión Europea. Pena porque prefiere hablar de la OTAN, cuando Ucrania quiere entrar en las dos. Que si Bruselas quiere negociar, que si Alemania, que si Francia. Pero, ¿Qué se puede negociar? Putin quiere recoger cable, de los años 90 y de principios del siglo XXI. Pura y sencillamente cree que Ucrania es parte de Rusia, y tiene derecho de veto sobre quien puede ser su aliado o amigo, donde puede estar o no. Como si quiere ingresar en la Unión Africana o en el Mercosur, nadie externo debería decir nada. Pero Moscú si quiere. Decidir. Y Ucrania es un país independiente y soberano, ¿Verdad? ¿O no lo es? ¿Son o no son mayores para tomar las decisiones que les salga del nardo? Porque en el fondo, el debate, es ese, y no otro.
Europa no tiene interés en que haya guerra. Y más en suelo europeo. Vamos, y nadie. Pero es como cuando Chamberlain y Hitler se preguntaron, pero, ¿nos vamos a enfrentar por eso de los Sudetes? Cambienlo por Donetsk y Luhansk, o Crimea, o la propia Ucrania, troceada como solomillo sobre una brasa. ¿En serio nos vamos a pegar por esos mierdecillas de ucranianos, renegados, que son rusos y no quieren reconocerlo? Pues resulta curioso, porque la historia de la Rus de Kiev con la mandrágora serbia sobre su concepto pelayista astur de que Asturias es España y el resto tierra conquistada para con Kosovo nos llevó a una guerra en 1999 por el derecho a la vida de los albaneses, y en 2001 Javier Solana evitó otra por parecidos motivos en Macedonia del Norte, como se llama ahora. Pero si uno no quiere dos no se pelean es una basura, pues existen los linchamientos. Y el Holodomor siempre está en la memoria, como no puede ser otra. Como Katyn para los polacos. Dice, continúa, que es peligroso ir a la guerra con una potencia nuclear. Lo cual no puede ser excusa para que si ese matón bravucón se quiere pelear con alguien, en algún momento habrá que pararle los pies. O someterlo a una ley internacional justa, porque no se puede asumir que las armas dicten el poder de lo bueno o malo. El arma nuclear el nuevo Dios Supremo que imparta justicia, en su nombre, los enviados moscovitas, a lo que se deben postrar, primero los ucranianos, luego los bálticos, luego los polacos y unos cuantos europeos más, como en la guerra fría, y existía no sólo el Pacto de Varsovia, sino también el Came / Comecon, el equivalente soviético de la CEE, ahora UE.
¿Que tenemos que ganar los europeos con la ampliación de la OTAN hacia Ucrania? Puede que nada, pero la pregunta oportuna es la siguiente: ¿Que hacer los miembros de la OTAN si Ucrania solicita ser miembro? ¿Y si quiere entrar en la UE? ¿En base a que razonamiento se les dice que no cuando Zelenski está acelerando la lucha contra la corrupción y la progresiva adopción de una consolidación en el proceso de convertir su país en una auténtica democracia liberal homologable con los estándares abrazados por la Europa Oriental, hoy integrada en la esfera de lo que en la guerra fría era el ámbito eurooccidental? Pues dice que ni proruso ni proestadosunidos, pero le falta añadir para resultar creíble que sea proeuropeo. Un ejército europeo de defensa, dentro del marco de la UE, incluyendo, en ambas, a Ucrania. El gasto en defensa en Europa está muy mal ejecutado, pero para eso, hay gente que lo explica bien, como Trufault. Y además, es otra historia. Ser propaz. Hay un dicho alemán que reza que la paz siempre es posible ante cualquier posible enemigo. Si, por supuesto. Te rindes, y ya tienes paz. Pero, ¿de qué paz estaríamos hablando? De la paz de los años 50 y 60 en Budapest, Praga o Cracovia, posiblemente. ¿Quien no quiere paz? Pero el asunto es que no se puede tener paz a cualquier precio. Ni entre países, ni entre empresas ni entre personas. Dice que no hay buenos y malos, pero se ve el entrevisillo de que Ucrania es mala porque no quiere la paz de los cementerios y Rusia es buena porque bien viene con una rama de olivo entre los tanques y los cazas sukhoi para decirles a los ucranianos lo que deben pensar, decidir y votar, y cual debe ser el contenido de su constitución. ¿Tienen derecho de veto los rusos sobre Ucrania o es un país independiente? Memorándum de Budapest sobre Garantías de Seguridad es un acuerdo político firmado en Budapest, Hungría, el 5 de diciembre de 1994. Esa es la respuesta.
Se descuelga finalmente con que como se va a explicar a las madres españolas que sus hijos han ido a Bulgaria y Rumanía a morir … veamos, esos dos países son parte de la OTAN y por lo tanto, en principio, aunque hubiera guerra entre Ucrania y Rusia, esta no concerniría a nadie más. En principio. Lo cual, por otra parte, estaría bien evitar, pero no a cualquier precio, y señalando que quien quiere ir a la guerra en todo caso es quien tiene interés en valerse de ella, porque ha sido imposible conseguir sus objetivos por otros medios, y sólo le queda, parece, este, que es, como no podía ser otra, la madre patria Rusia. Pero es que, el hecho de que, dentro de los países de la OTAN se muevan armas es como si el ejército español moviliza tropas en Ceuta, Melilla, Canarias o Baleares. Si con esos movimientos Argelia, Marruecos o Mauritania se sienten intimidadas es su puñetero problema, pues están sobre su propio país. Cuestión de percepción y de subjetivismo, cosa que no es objetivable ni en relaciones internacionales ni justificable ante nada ni nadie. Si por enviar aviones, tanques, fragatas o el acordeón de Mari Carmen desde Benidorm hasta un lugar donde se fabrique rico Yogurt búlgaro, nadie puede ni debe decir nada. Morir. ¿Está pronosticando accidentes de tráfico masivos? No, claro. Piensa en que es una ofensa intolerable a Rusia que la OTAN mueva tropas dentro de sus propios paises miembros, y que los va a atacar porque si. Lo cual sería un asesinato premeditado, lo mismo que si el ejército español se moviliza a Candanchú y recibe unos misilazos desde el lado francés. Curioso el pensamiento, revelador. Por cierto, Rusia ha dicho que quiere volver a que la OTAN no lleve nada de material bélico a los paises unidos tras el año 1997. ¿Cuales son esos países? Hungría, Polonia, Chequia, Bulgaria, Eslovaquia, Elovenia, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Croacia, Albania, Montenegro y Macedonia del Norte. ¿Que tendrán todos esos países en común? ¿Tal vez estaban del otro lado del telón de acero? Y cuando se les abrió la puerta de la celda corrieron a sumarse a la fiesta del otro lado del muro. Libremente. Para Moscú un tremendo error, que quisieran subsanar. ¿Les dejamos? Y de paso, traicionando la confianza de millones de europeos que confiaron en nosotros, ya sea en el marco de la OTAN como de la UE. Si Ucrania es troceada y vendida a Moscú, ¿que credibilidad le queda a futuro a los europeos y occidentales? Si cambian de opinión y se echan en brazos de moscú, cojonudo. Pero parece que no quieren. Y ese parece ser el problema. Y la causa del conflicto. La de verdad.
Finalmente termina por decir que las guerras humanitarias no existen y por la democracia tampoco. Interesante, supongo que apoyará las tesis de “El rompehielos” de Viktor Suvorov, o las de “La Rusia de Putin” de Ruslan Khasbulatov, quien, por cierto, fue el último presidente del Soviet Supremo de Rusia, que fue sustituido por la Duma actual, estando unos meses de prisión hasta 1994 en Levensforo. Historias de la Historia. El frente oriental no fue ni una lucha humanitaria ni por la democracia y tampoco debemos buscar buenos y malos. Tampoco allí, supongo. ¿Verdad? Si, la gente estará harta de mentiras, pero sobre todo por apriorismos que, desde las alturas, como si fuera un juego de salón, con una mesa de billar, mesas camillas, copas de brandy en la mano, los nuevos lores de la geopolítica mundial se comportaran con los países como si fueran piezas intercambiables, y como si no se hubiera aprendido de los errores del pasado. Que para eso están. Ucrania y los ucranianos existen, tienen derechos, y el primero de ellos, el ser y existir. Y hacer lo que consideren oportuno, dentro de unas reglas básicas de las que nos hemos dotado. ¿Que evitaría que las tácticas de Moscú sobre Ucrania las usara China, no ya con Taiwan, que se da por descontado, sino sobre Mongolia? ¿Y dentro de unas décadas, con infiltración tipo Austin y Houston en Texas sobre Siberia por parte de los chinos? Jugar con fuego es complicado, porque el fuego no entiende de razones ni de intervinientes. Puede quemar todo lo que sea inflamable. O flamable, como dicen en hispanoamérica. Resulta a veces sorprendente que con el concepto que tienen algunos no haya habido aún guerra entre chile y argentina por el beagle, o entre colombia y venezuela, pero si justifiquen que la pueda haber entre rusia y ucrania. Doble rasero y moral intolerable. Y la coletilla final es sobre los palestinos, pero para conseguir un aplauso fácil que no había logrado antes. Si pregunta por Emiratos Árabes, Bahrein, Arabia Saudí y otros, entenderá que los palestinos ya tenían un estado, donde son el 40% de la población, que se llama Jordania. Si se refiere a los de la OLP, bueno, los echaron de Jordania, luego de Siria, después del Líbano, y salieron de Túnez para crear la ANP. Una especie de comunidad autónoma dentro de Israel. Debieran conformarse pues los países árabes empiezan a ver como inevitable esa situación. Nadie se quiere meter a que el status quo sea otro. Y en el fondo, asumir esa realidad es lo más razonable. Como cierto territorio de butifarra y barretina que debe considerar el mejor de los mundos lo que tiene actualmente: ser una comunidad autónoma dentro de España. Si, Catalunya. Y que viva el vino!
Arabatik 