Antes de entrar en la discusión técnica en si misma me gustaría incidir en un par de aspectos de todo este debate que, lo confieso, me tienen maravillado. De todo este debate sobre la nueva religión, esta de las basuras, que acaban de crear los profetas de Bildu.
Uno. Algo que me parece bastante indicativo sobre todo lo que implica acerca de la “kultura demokratika” [sic] y “estilo de gestión institucional” de esta gente: Bildu carece de mayoría en JJGG de Gipuzkoa, no obstante lo cual se permite no solo actuar en contra del plan anterior que sobre este asunto decidió la mayoría anterior, sino incluso del criterio de la mayoría actual. A ningún “miembro de” o “votante de” Bildu parece causarle problema ético/democrático alguno. Al menos en público. Buen comienzo.