Eso es aplicar la represión preventiva. Como cabe la posibilidad de que en el homenaje se incurra en algún tipo de apología, pues, por si acaso, se prohíbe. El PNV mantiene una postura bastante esquizofrénica, pero posiblemente responda a motivos políticos: el PNV, con estas actuaciones, está lanzando mensajes.
Mensajes, ¿a quién?
A Madrid. Les hace saber que también en el futuro están dispuestos a actuar con dureza contra la izquierda abertzale; y que el socio de Madrid en Euskal Herria es el PNV, y no otro. Los peores enemigos del proceso democrático que puede abrirse no serán foráneos. Mi análisis es sencillo: ¿Quién se beneficiaría y quién perdería con el proceso? Estos largos años han sido de gran sufrimiento para la izquierda abertzale, y también para las gentes del PSOE y del PP. También los guardias civiles, policías nacionales y militares han sufrido lo indecible. Para otros, en cambio, es como si el conflicto no hubiera existido. Han controlado el poder; y ante el riesgo de perderlo, están dispuestos a todo. Me asusta el papel que pueda jugar el PNV.