precede la de-construcción de los puntos comunes de convivencia
En psicología la proyección nos pone enfrente del espejo donde se dice del de enfrente lo que uno es y hace. Los malos lo suelen usar como medio de auto indulgencia, en la que dios, la historia y la patria nos absolverá como una fórmula de sustraer el juicio de la sociedad. Esos que luego apelan a la misma sociedad solo cuando les es favorable. Cuando vienen mal dadas ponen en cuestión todo lo que haga falta porque no ponen en el frontispicio de lo común lo acordado sino que ahí se encuentra el provecho propio, el mando en plaza, de lo contrario todo es lícito. Y en ese esquema de cosas está el hecho de poner en cuestión la transparencia y limpieza en las elecciones.
Siguiendo la estela de otras realidades nacionales en estados unidos, en Polonia, en Hungría, en Turquía, en Austria, en Chile, en Brasil…etc al trasponer esa realidad a España se habla del supuesto conteo de indra y de cuestionar la cadena de custodia en correos. Son los mismos que saben que pueden poner apoderados e interventores en los colegios y mesas de toda España, son los que seguro tienen afines y vecinos como vocales y presidentes de mesa, son los que siendo ciudadanos pueden presenciar el escrutinio de su propia mesa electoral a partir de las 20:05 horas… obviamente esto les destruye el relato sobrevenido y construido de manera artificial desde las alturas para forzar que encaje en cada escenario. Aún cuando en España saben que es plausible por múltiples vías saber los votos y hacer el reparto. Los partidos políticos para empezar. Por eso resulta alucinante que haya partidos políticos que se sumen a teoría de la conspiración que de saque saben más que falsas. En Euskadi tenemos la suerte de saber los resultados de todas las mesas y comparar con los resultados como miembros de mesa. Y comparar. El sistema es transparente y cualquier ciudadano tiene la posibilidad de mirar si tiene costuras. Que no las tiene. Y es muy grave porque antecede todo lo demás.
En España hay problemas graves por resolver, muchos ya podridos por postergar su posible solución. El más inmediato sería la financiación de las CCAA de régimen común, pero en cinco de ellas gobierna VOX con el pp… ya hace 10 años que la deriva es clara contra los valores de la constitución española vigente de 1978:
Como señala acertada-mente el profesor Fernando Mikelarena, en muchas Comunidades Autónomas el porcentaje de quienes se posicionan en la pregunta 12 del Barómetro Autonómico del Centro de Investigaciones Sociológicas CIS, cuyos datos se han dado a conocer en abril de 2013, en la que se plantea la posición en relación con un Estado con un único Gobierno Central, sin autonomías, es ciertamente alto. Apoyan esta opción el 41.6% de los encuestados en Murcia, el 38.1% en León-Castilla, el 36.9% en Castilla-La Mancha, el 36.8% en la Comunidad de Madrid, el 34.5% en Aragón y el 34.1% en Extremadura. Por el contrario, los porcentajes más bajos en pro de esa posibilidad se dan en la Comunidad Autónoma Vasca (2%) y en Navarra (2.8%), como consecuencia de que los regímenes fiscales concertados constituyen espacios diferenciados dentro del Estado, con una relación con éste de una cierta confederabilidad. Si a la anterior pregunta se le añaden los resultados de la opción que pregunta por un Estado en el que las Comunidades Autónomas tengan menos autonomía que la actualidad y se suman ambas, los españoles favorables a un régimen unitario y centralista o a un Estado Autonómico capitidisminuído llegan, como señala el profesor Mikelarena citado anteriormente, al 56.5% en la Comunidad de Madrid, al 56.2% en la Comunidad Valenciana, al 55.6% en León-Castilla, al 55.2% en Castilla La-Mancha, al 51.1% en Aragón, al 51% en Murcia, etc.
Es una doble vía de cuestiona-miento. Del sistema electoral y del sistema político. Cuando se achican espacios de lo que está puesto en común la deriva es muy peligrosa, tanto que las consecuencias sólo pueden ser imprevisibles. Quien juega con fuego tiene consecuencias y pareciera que algunos juegan con la política como si no las tuvieran. Hay mucho con que repensar, de forma y fondo. Sobre quien quiera la convivencia, claro. Si ese no es el objetivo por lo menos que sean sinceros, que menos que eso, no¿?