El derecho a decidir no es un acto de fe, es un acto democrático. La democracia no es una ciencia infusa sino que corresponde a un principio de libertad, donde el respeto a todas las libertades abre el debate a las distintas opiniones contenidas en la pluralidad. La fe no exige conocimiento, basta con creer lo que alguien dice y seguirle ciegamente; la democracia, en cambio, parte de la necesidad de comprender una realidad para explicarla y llegar a entenderla como solución para lograr el bien común de una mayoría. El conocimiento democrático es el camino al entendimiento.
El título de este escrito no pretende ser provocativo sino ponderado. Una advertencia a ciertos deslumbramientos que pueden cegar la visión clara del conjunto. En definitiva, creo que es importante que la dimensión del árbol no impida ver el interés del bosque que alcanza hasta los orígenes de nuestro pueblo. (más…)