por Jose Antonio Beloqui (Nafarroa) y Juan Carlos Pérez (Bizkaia)
Hay una gran cantidad de constructos argumentales en nuestro alrededor que son sólo mantras y lugares comunes que metidos en faena no sobrepasan un mínimo de análisis serio. En la política española pasa igual cuando se habla de Constitución, imperio de la ley y soberanía nacional. Elementos éstos que se utilizan contra los mal llamados nacionalismos periféricos como si fuesen el agua bendita, los crucifijos y la luz del Sol que se usaba para destruir al Conde Drácula. Con la Constitución española se ha construido un relato que, como las leyendas del Cid, cada vez que se cuentan aumenta su grado de heroísmo llegando ya a un límite en el que la verdad ha quedado tan desdibujada que no se podría reconocer. El problema es que algunos se lo han creído tanto que lo toman como su Biblia particular convirtiendo al texto en algo inmodificable y por tanto frágil. (más…)